Ingredientes:
– 300 g de zanahorias
– 250 g de coco rallado
– 250 g de azúcar
– 125 g de almendras crudas
– 3 yemas de huevo

Para la cobertura…
– Coco rallado
– Azúcar glass
– Crocanti de almendra

Preparación:
Pelamos las zanahorias y las cortamos en rodajas. Ponemos una cazuela con medio litro de agua al fuego y, cuando rompa e hervir, incorporamos las zanahorias troceadas y las dejamos cocer durante unos 20 minutos aproximadamente. Una vez cocidas, escurrimos el agua y las dejamos enfriar. En un bol amplio ponemos todos los ingredientes secos: el azúcar, el coco rallado (no todo, reservad suficiente para luego “rebozar” las yemas) y las almendras crudas molidas. Si tenéis picadora o robot de cocina, os recomiendo que compréis almendras crudas enteras y las piquéis con estos electrodomésticos, tienen mucho más sabor recién molidas. Mezclamos todos los ingredientes para que se integren bien. Una vez que se hayan enfriado las zanahorias, las picamos igual que las almendras o, si no tenéis ningún electrodoméstico para ello, simplemente las chafamos con un tenedor. Añadimos las zanahorias picadas al bol junto con las 3 yemas de huevo y mezclamos hasta tener una mezcla homogénea. La mezcla tiene que asentarse y coger consistencia para que podamos formar las bolitas sin que se desmoronen. Para ello, tapamos con un film el bol y metemos en la nevera durante una hora mínimo (podéis dejarlo un día entero sin problema).

Con la mezcla enfriada y consistente, solo nos queda darles forma a nuestras yemas de zanahoria y coco…

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada”