La franquicia Llaollao abrió ayer un establecimiento en Sevilla, en los locales comerciales del Metropol Parasol en la Encarnación. Ofrece múltiples combinaciones entre yogures helados, granizados y batidos helados para refrescarse en estos días de calor. En el paisaje de la hostelería sevillana ya hay ejemplos de este tipo de negocio, como Yogurtlandia, con sus dos locales en la calle Jimios y en la calle Candilejos.

Sobre una base de yogur natural desnatado, podrá elegir que añadan mango, piña, kiwi, plátano, fresas, melón, melocotón, sandía o granada. “Todas del día y compradas en el mercado de la Encarnación” asegura el propietario, Alfonso Llamas Lucena. Además hay a disposición del cliente todo tipo de cereales, como nueces, pipas y soja caramelizada, muesli, cacahuetes, avellanas, almendras, e incluso lacasitos o conguitos para los más pequeños. Para terminar, puede culminar su yogur con diferentes salsas, desde las típicas de chocolate blanco y negro, hasta de fresas silvestres, cereza, mango, miel de azahar o melocotón. Se trata de utilizar la imaginación junto al paladar.

El yogur lo traen cada semana desde Alemania y las máquinas que lo convierten en helado son exportadas desde Italia. Lo producen con un kilo y medio de yogur y ocho litros de leche desnatada Asturiana. Para el granizado hacen falta diez kilos de fruta.

Un detalle importante es su económico precio. En general se encuentran entre la tarrina más pequeña que cuesta 2,50 euros hasta la más grande, a 3,90 euros. Ninguno de los productos que ofrece supera los cuatro euros, ya que los granizados, los batidos helados y los “sensaciones”, que es una mezcla de granizado y yogur, se quedan en 3,50 euros.

Su ubicación en una zona céntrica y comercial de Sevilla, facilita el acceso y la ida y venida de clientes para disfrutar de esos productos que tanto apetecen en verano. Además, comenta Alfonso Llamas,”cuando te los tomas no te notas pesado, porque no tiene azúcar y es todo natural. Terminas ligero”.

En la calle Jimios, y también en Candilejos, se ubica otra franquicia dedicada a este producto, llamada Yogurtlandia. Se han implantado como una alternativa a la tradicional heladería, ya que ofrecen la posibilidad de añadir condimentos y los hacen más apetecibles. Su éxito es comprobable ya que a estos establecimientos acude todo tipo de personas, desde jóvenes hasta gente mayor.

Con respecto al invierno, la época más difícil para la venta de yogur helado, también ofrecen crepes, gofres y macedonias, que apetecen durante todo el año.

Fuente: Laura Liñán, Diario de Sevilla