Alimentación infantil: ¿azúcar o edulcorante?
Estudios efectuados en bebés recién nacidos, que se sometieron a distintos sabores, muestran que ellos desarrollan cambios en la expresión de su rostro ante el sabor dulce, desarrollando una expresión de relajación con la succión de este sabor. Las preferencias por este sabor existen ya en el feto y siguen existiendo después del nacimiento. Antiguamente cuando el bebé no paraba de llorar, le callaban poniéndole un chupete mojado en azúcar o en leche condensada. Algunas culturas que nunca han consumido azúcar como los esquimales, adaptan fácilmente los productos dulces cuando son insertados en otras culturas, mostrando que no es necesario tener contacto precoz con lo dulce para su aceptación.
Sin embargo se puede vivir sin tomar nunca productos de sabor dulce… aunque “endulzan” nuestra vida y a muchos le provocan cierto placer. Los edulcorantes son sustancias que nos proporcionan este sabor dulce tan codiciado y se pueden clasificar en:
- Naturales como la miel, el azúcar de mesa o sacarosa, la fructosa, la lactosa, la glucosa, la maltosa, los azúcares refinados, el jarabe de glucosa y de fructosa y otros, la dextrosa, los edulcorantes provenientes del maíz, el jugo concentrado de frutas, los azúcares invertidos… Los naturales se denominan también nutritivos ya que nos aportan, como hidratos de carbono que son, 4 calorías por gramo.
- Artificiales considerados todos oficialmente como aditivos, tanto en España como en la Unión Europea, y todos llevan por tanto su identificación característica, la E seguida de un número.
Los edulcorantes artificiales pueden ser:
- No nutritivos, con un valor calórico cero, es decir sin calorías, como la sacarina, aspartamo, ciclamato, sucralosa, acesulfamo K…
- Nutritivos como los llamados polioles que nos aportan en torno a 2,4 calorías por gramo. Entre ellos está el Sorbitol, el Xilitol, el Manitol, el Maltitol, el Isomalt, el Lactitol…, y se usan mucho en la fabricación de chicles y bombones. Si son consumidos en exceso tiene efectos laxantes, por ello está desaconsejado en niños pequeños.
La Unión Europea acaba de autorizar el 14 de noviembre del 2011, el edulcorante natural Stevia extraído de las hojas de la planta “Stevia rebaudiana” originaria de Paraguay. La Stevia es, en su forma natural, 10 a 15 veces mas dulce que el azúcar común de mesa, mientras que los extractos de Stevia tienen una potencia endulzante de 100 a 300 veces mayor que la del azúcar. El máximo consumo diario autorizado ha quedado fijado en 4 miligramos por cada kilo de peso al día. Por debajo de este umbral, la Stevia es totalmente segura y no tiene ningún efecto tóxico o cancerígeno. No tiene calorías y mejor aun, no tiene efecto alguno en el organismo, aparte del sabor dulce que proporciona, ya que no afecta el metabolismo de la glucosa en la sangre, ni provoca alteraciones gastrointestinales.
Puede cocinarse y hornearse en una gran variedad de aplicaciones culinarias pues es estable al calor aunque no carameliza como lo hace el azúcar, y puede resultar también difícil preparar ciertos dulces o pasteles porque no dora ni cristaliza como la sacarosa. Azucarera acaba de cerrar un acuerdo de exclusividad con Cargill para la distribución y promoción de Truvía, un edulcorante elaborado a partir de extractos de la hoja de Stevia.
Azúcar o edulcorante ¿Qué es mejor para los niños?
La respuesta a esta pregunta sería “depende” ya que la ingesta de uno u otro debería estar determinada entre otras cosas por el estado nutricional del niño así como por la cantidad de alimentos con edulcorante que consume durante el día. En niños, el consumo exagerado de azúcar se relaciona con obesidad, pues su ingesta en grandes cantidades provoca exceso y acumulación de grasa corporal. Por otro lado, el azúcar influye directamente en el desarrollo de caries dentales, un problema muy común entre los niños.
“No hay alimentos buenos y malos sino dietas o formas de alimentarse buenas y malas”
Un consumo excesivo de azúcar, sea blanco o moreno, es indeseable, pero es perfectamente tolerable una ingesta moderada de cualquiera de ellos. En una dieta equilibrada, los azúcares deberían representar del orden de un 10% de las calorías diarias, es decir, unos 50 gramos de azúcar, considerando una dieta de 2.000 kcal
¿Puedo consumir toda la cantidad de edulcorantes que desee?
A este valor se le denomina IDA (Ingesta Diaria Admisible) establecida por la FDA el cual varía dependiendo del edulcorante del que se esté hablando y que se indica por kilo de peso de la persona. La IDA representa la cantidad de edulcorantes que pueden consumirse sin peligro todos los días durante toda la vida, sin riesgo.
El IDA para cada edulcorante es el siguiente:
Edulcorante |
IDA mg/Kg peso corporal |
Acesulfamo de Potasio |
0-15 |
Aspartamo |
0-40 |
Ciclamato de sodio |
0-11 |
Sacarina |
0-5 |
Sucralosa |
0-15 |
Así, un niño puede llegar mucho más fácilmente a sobrepasar su IDA que un adulto, ya que el peso del niño es mucho menor y el IDA se multiplica por el peso corporal. Por ejemplo un vaso de 200ml de bebida Light aporta 150mg de aspartamo. Un niño de 20kg de peso puede consumir al día 200mg de aspartamo (20kg multiplicado por 40mg que es la cantidad determinada como máxima por kilo al día de aspartamo), por lo tanto este niño puede consumir hasta 5 vasos (1 litro) de esta bebida antes de sobrepasar su IDA para aspartamo. A diferencia de un adulto de 60kg que puede consumir 2800mg de aspartamo al día, unos 12 vasos de bebida Light (un poco mas de 2 litros).
Teniendo en cuenta que los niños consumen bebidas Light así como otros productos que contienen estas sustancias, es importante destacar que es fácil para ello superar el IDA de algunos edulcorantes. Se recomienda tener cuidado y no exceder diariamente las cantidades aconsejadas.
Imagen: blog.gumontessori.com
Esta entrada es original del blog “Komo-como” de Regina Martínez.