Ingredientes:
-250 grs de azúcar blanca
-250 grs agua (un cuarto de litro)
-200 grs almendra con o sin piel (mejor con piel, aunque yo use sin)
-1 cucharada esencia vainilla

Preparación: 
Echamos en una cacerola el agua y el azúcar. Añadimos las almendras y la esencia de vainilla. Lo ponemos a fuego medio (removiendo de vez en cuando). Cuando empiece a salir espuma le bajamos un poco el fuego pero que nunca deje de hervir. Ten paciencia con esta receta. La temperatura es muy importante. No debe estar ni tan alto como para que se queme, ni tan bajo como para que no esté hirviendo. Cada vez la espuma será más espesa. No dejes de remover. Llegará un momento en el que todo el agua se haya evaporado y el azúcar vuelva a estar granulado. Es ahora cuando vamos a preparar la garrapiñada. Sube un poco solo el fuego y verás que el azúcar se va caramelizando. No pares de remover, ya que en este paso hay que tener mucho cuidado de que no se nos queme el caramelo. Cuando veas que el caramelo recubre todas las almendras, es momento de sacarlas y extenderlas sobre papel vegetal. Déjalas enfriar bien. Cuando estén frías, sepáralas con la mano, y… ¡a comer!

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Alejandra Cisneros “Tres platos en la mesa“