Arroz con leche – receta
Ingredientes:
– 1 litro de leche entera
– 200 g de arroz redondo
– 175 g de azúcar
– La piel de un limón
– Canela en rama
– Canela en polvo
Preparación:
Vertemos la leche en una olla y la ponemos a fuego fuerte. Introducimos canela en rama al gusto (con un par de ramas sería suficiente) y la piel de un limón (cuidado de no llegar a la parta blanca del limón cuando estemos quitando la piel porque amarga). Mientras esperamos que la leche hierva, vamos a ir lavando el arroz para que suelte todo el almidón que tiene. Simplemente necesitaremos poner el arroz en un escurridor y ponerlo debajo del grifo hasta que el agua salga limpia por debajo (podéis comprobar que al principio sale muy turbia y blanquecina). Este paso es opcional, hay quien cuece el arroz directamente y no lo lava. Cuando la leche comience a hervir, bajamos el fuego a medio-bajo e incorporamos el azúcar y el arroz. Removemos un poco para que el azúcar se disuelva por completo.
Ahora viene la parte tediosa de la receta, hay que cocer el arroz durante unos 50-60 minutos aproximadamente. Durante toda la cocción tendremos que remover con frecuencia para evitar que se nos pegue en el fondo el arroz o la leche (en mi caso, en alguna ocasión, la leche ha hervido en algún momento y se me ha acabado pegando al fondo, dejando un regusto a quemado nada agradable). Cuanto más tiempo pase, más frecuentemente tendremos que remover, llegando a remover constantemente al final porque el arroz tenderá a pegarse más según vaya avanzando la cocción.
Una forma más rápida de preparar el arroz con leche es hacer una media cocción del arroz en agua hirviendo (dejando el arroz medio cocido) y, luego, incorporarlo a la leche caliente para que se termine de cocer. Si tenéis tiempo de sobra, os aconsejo la primera opción porque el arroz con leche quedará con más sabor. Cuando el arroz esté cocido y blando, será el momento de revisar la textura de nuestro arroz con leche, incorporando algo más de leche si os gusta menos espeso. Tened en cuenta que cuando se enfríe, el arroz absorberá un poco de leche y, por tanto, quedará algo más espeso que cuando está caliente. Sacamos de la olla las ramas de canela y la piel del limón y repartimos en los recipientes individuales donde los dejaremos enfriar. Cuando se haya atemperado, metemos en el frigorífico para que se enfríe. Una vez frío, servimos espolvoreando canela en polvo a gusto del comensal
Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada“