Pelamos y cortamos las cebollas en juliana. La pochamos en una sartén con Aceite de Oliva Virgen Extra y salamos ligeramente, ésto ayuda a que se pochen más rápidamente...
Si no disponemos de crema ágria, lo que haremos será prepararla nosotros mismos, mezclando con unas varillas a los 300 grs. de nata, las tres cucharadas de zumo de limón. Reservamos...
Embadurnamos con el aceite la carne y salamos. Cubrimos el fondo de una olla con Aceite de Oliva y calentamos a fuego medio. Añadimos las dos cucharadas de pimentón y las dos de orégano y la hoja de laurel...
Batimos la mantequilla con unas varillas hasta volverla cremosa y en ese punto, la mezclamos con el azúcar. Añadimos el huevo batido y las gotas de esencia de vainilla y mezclamos. Agregamos la harina, la levadura...
Rallamos la coliflor cruda con un rallador de queso. (Podéis hacerlo también con la thermomix o bien con un procesador de alimentos). En un bol mezclamos la coliflor rallada, el queso, los ajos y los huevos. Dividimos la masa en 4 y las extendemos...
Con una varillas, batimos la mantequilla, el queso Philadelphia, la esencia de vainilla y la sal. Añadimos la harina y amasamos hasta conseguir una masa uniforme. Disponemos la masa encima de un pliego de papel de hornear...
Disponemos los filetes de pechuga de pollo bien limpios en una bandeja refractaria para horno. En un bol, mezclamos la sopa de cebolla con la leche ideal. Vertemos la mezcla sobre los filetes de pollo e introducimos al horno precalentado unos 200º durante 20 minutos...
A Mari-Killa sólo hay que hacerle el trajecillo, unos cortes por aquí y por allá para dejarla bien guapa y que enseñe lo justo, que ella es mu pudorosa. Cortamos 6 palillos de dientes y clavamos en los laterales. Serán las patitas e incrustamos los granos de pimienta a modo de ojos...
En un bol, diluimos la levadura en 100 ml. de agua tibia. Mezclamos la harina junto con los azúcares, la sal, la leche en polvo, la levadura diluida y 200 ml. de agua tibia. Amasamos todo durante 5 minutos...