Ingredientes:
– 250 grs de polenta
– 200 grs de setas variadas congeladas
– un vaso de caldo de pollo desgrasado
– 3 cucharadas de queso Parmesano rallado
– un litro de agua
– una pizca de cúrcuma
– unas hebras de azafrán
– sal y pimienta negra molida
– unas cucharadas de mantequilla

Preparación:
Si las setas son congeladas, las dejamos en un colador con un cuenco debajo para recoger el jugo que suelten. Forrar una bandeja con papel sulfurizado y engrasar con una pizca de mantequilla. En una sartén con una pizca de aceite, saltear las setas muy picadas y cuando comiencen a tomar color, se sacan bien escurridas y dejamos enfriar. Precalentar el horno a 180 grados.

Luego, pasar el caldo de las setas a una cazuela grande con el litro de agua y el vaso de caldo. Añadir las hebras de azafrán y una pizca de cúrcuma, sal y pimienta negra molida. Poner a fuego medio.

Cuando comience a hervir, vamos agregando la polenta, en forma de lluvia, muy poco a poco y sin dejar de mover, para que no se hagan grumos. Luego, bajar un poquito el fuego y dejamos cocer unos cinco o diez minutos hasta que se despegue de la cazuela. Fuera del fuego, incorporar las setas y las tres cucharadas de queso Parmesano, mezclar enérgicamente y volcar sobre la bandeja.

Con cuidado, la extendemos y dejamos una capa de un espesor de medio centímetro más o menos. Dejamos enfriar unos cuarenta y cinco minutos hasta que cuaje y endurezca. Por último, cortar la polenta en bastones, como si fueran patatas fritas y los vamos colocando sobre otra bandeja igualmente forrada con papel sulfurizado. Espolvorear con sal gorda y en el último momento, hornear unos quince minutos. Deben quedar crujientes.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.