Ingredientes:
– 4 berenjenas medianas
– 200 grs de bacalao salado
– un trozo de pan del día anterior
– 2 huevos
– ½ vasito de nata líquida
– un vasito de salsa de tomate casera
– unos tallos de cebollino
– sal y pimienta negra molida
– aceite de oliva

Preparación:
La víspera, ponemos el bacalao a remojar. Cortar las berenjenas en dos, a lo largo, hacemos varias incisiones sobre la pulpa y, con la punta del cuchillo rodeamos la piel por dentro, separándola. Espolvorear con sal y se dejan bocabajo en un escurridor. Luego, se enjuagan y se secan, pintamos la superficie con aceite de oliva y las metemos en el horno, unos veinte minutos a 180 grados, lo justo para que se tuesten y se ablanden un poquito. Las dejamos entibiar y les sacamos la carne con ayuda de una cuchara, con cuidado de no romper la piel.

Una vez desalado el bacalao, se enjuaga y lo secamos con papel de cocina. Luego, repasar para eliminar las espinas y los restos de piel y se desmiga en trocitos más o menos iguales. Precalentar el horno a 190 grados. Cuando las berenjenas se enfríen, raspar la pulpa y la picamos menuda. En un cuenco, batir los huevos con la nata. Añadir unas cucharadas de salsa de tomate, la pulpa de las berenjenas y el bacalao. Agregar también unos tallos de cebollino picado, sal y pimienta negra molida.

Poco a poco, vamos rellenando las barquitas de berenjena y se van colocando en una fuente, bien pegadas unas a otras para que no se vuelquen. Hornear una media hora, sacamos la bandeja del horno, rallar por encima el pan en migas gruesas y agregar un hilo de aceite de oliva. Gratinar a 200 grados y servir enseguida.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.