Ingredientes: 
– 350 g de calabaza
– 250 g de harina
– 200 g de azúcar
– 3 huevos
– 2 naranjas
– …

Preparación:
Lo primero será hacer un puré con la calabaza y para ello hay dos opciones: microondas u horno. El microondas es la versión rápida, simplemente tenéis que pelar y trocear la calabaza y ponerla en el microondas unos 8-10 minutos, hasta que esté blanda. La opción de horno es más lenta pero también os dará un toque más sabroso al bizcocho, simplemente tenéis que cortar la calabaza en rodajas o gajos y meter al horno a 180º C durante unos 20 minutos aproximadamente. Independientemente del método utilizado anteriormente, una vez que la calabaza esté blanda, la trituramos con un tenedor hasta formar un puré y dejamos que se enfríe. Separamos las yemas de las claras y montamos estas últimas a punto de nieve con una batidora de varillas (o con unas varillas de mano si tenéis la habilidad suficiente). Mezclamos las yemas con el azúcar y, luego, con el aceite, el zumo y la ralladura de las dos naranjas. Cuando el puré de calabaza se haya enfriado, lo incorporamos también a la mezcla. Si la mezcla os queda con hebras de calabaza porque el puré no esté muy fino, podéis pasar la batidora para que se mezcle todo homogéneamente. Después de esto, tamizamos la harina junto con el sobre de levadura y la cucharadita de canela y la vamos incorporando poco a poco al bol, mezclando con ayuda de unas varillas de mano para que se vaya incorporando bien sin formar grumos.

Por último, vertemos la mitad de las claras montadas al bol con la mezcla y, con ayuda de una lengüeta de silicona, las incorporamos a la mezcla con movimientos suaves y envolventes para evitar que se bajen, así conseguiremos un bizcocho más esponjoso. Una vez bien mezcladas, incorporamos el resto de claras siguiendo el mismo proceso…

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada”