Ingredientes (molde de 20 cm):

  • 4 huevos
  • 2 manzanas
  • Una tarrina de mascarpone (250 g)
  • 150 g de azúcar
  • 300 g de harina
  • 1 sobre de levadura química

Elaboración

  1. En un bol amplio echamos los huevos junto con el azúcar y batimos hasta que blanqueen y casi doblen su tamaño. Seguidamente añadimos el queso mascarpone y volvemos a batir hasta obtener una mezcla cremosa.
  2. Agregamos poco a poco la harina mezclada con el sobre de levadura y la tamizamos para que quede suelta y evitar que se formen grumos. Iremos mezclando suavemente según vamos incorporando la harina. Os quedará una masa más compacta de la que estaréis acostumbrados con los bizcochos, pero no os asustéis porque es su textura, cuando lo probéis veréis que este bizcocho de manzana y mascarpone es esponjoso y jugoso.
  3. Pelamos las manzanas y las troceamos en dados pequeñitos. Los echamos en la masa y removemos para que se repartan por toda ella.
  4. Untamos el molde ligeramente con mantequilla, aceite o spray desmoldante para evitar que se pegue el bizcocho y vertemos la masa en él. Además, yo suelo poner papel vegetal en el fondo del molde para facilitar aún más la labor de desmoldado.
  5. Metemos al horno precalentado a 180ºC durante unos 50 minutos, hasta que pinchemos el bizcocho con un palillo y este salga sin manchar. Como siempre, cada horno es un mundo aparte y el tiempo necesario puede ser mayor o menor en vuestro caso. Si veis que el bizcocho no está hecho, pero se ha dorado demasiado, podéis taparlo con un poco de papel de aluminio para evitar que se queme.
  6. Sacamos del horno y colocamos en una rejilla sin desmoldar durante unos 10 minutos. Pasado ese tiempo, desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre la rejilla.

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio ‘No me comes nada’.