Bodegas Campos en Córdoba y unas tapas bien hechas
A principios de septiembre estuvimos en Córdoba – mi socio (y pareja) estaba invitado a participar en la ponencia “Gastronomía y Redes Sociales”, dentro del programa didáctico del Master de Ciencias Gastronómicas de la Cátedra de Gastronomía de Andalucía. Esa misma mañana habían tenido una cata con Rafa Bellido, por la tarde tendrían clase con Paco Morales (Ferrero), la semana siguiente con Dani García (Calima) – por hablar sólo de la programación prevista esos días. Un master muy apetecible, sobre todo cuando a contártelo su director, Fernando García Del Moral.
Al ser Bodegas Campos el promotor privado de la Cátedra, a la Taberna nos llevaron a comer. Y realmente es de esa comida de lo que quería hablar en este post. No es que fuera nada especial, los platos eran sencillos y bien hechos – salmorejo acompañado de berenjenas fritas, cochifrito, rabo de toro, lubina frita (pescado de Veta La Palma, que conocía sólo de nombre y es efectivamente sorprendente). Lo triste es que lo especial fuera encontrar comida tan tradicional y sencilla hecha bien. Ni rastro de reducciones acéticas o variaciones creativas inútiles y mal hechas. Estaba, sencillamente, rico.
¿No es triste que esto sorprenda? Porque yo ahora mismo en Sevilla, si alguien me pregunta por un sitio de tapas tradicionales bien hechas, no sabría de verdad qué recomendar.
Imagen: Anna Mayer
Esta entrada es original del blog “Con dos enes” de Anna Mayer.