El lunes, volvía de Toro de pasar un buen fin de semana de trabajo por allí, pero con la pena de no haber disfrutado mucho de los vinos de la zona, a los que admiro especialmente, y a los que conozco en profundidad. Pues sumido en este pensamiento y observando el paisaje (viajaba en coche), de repente se cruzó en mi visión un enorme cartel, con la palabra HABLA en su interior. Rápidamente me di cuenta de que era la bodega que lleva dicho nombre, y de la que siempre tengo noticias confrontadas respecto a su calidad, su afianzamiento y su situación (Opino que hablamos demasiado sin saber bien de qué). Así que rápidamente, busqué una salida en la carretera para visitarla para saciar mis ganas y mi curiosidad.

No fue la primera, esa ya la había pasado, pero continué hasta la siguiente, di la vuelta y me dirigí hacia ella. Me identifiqué con la intención de hacer una visita, catar sus vinos y escribir un post sobre estos. Me recibió Victoria, una chica la mar de simpática, que me explicó amablemente que no podía visitar la bodega, ya que se hacían bajo reserva, y que les gustaba hacer las cosas lo mejor posible y que sin previo aviso, no era posible. Ante mi pena, tuvo el detalle de invitarme a una amplia visita otro día, previa reserva, a la que aseguro asistir, y de darme tres botellas para que los catase. Los vinos fueron Habla del silencio 2013, Habla Nº11 y Habla nº 12 (según me dijo, recién salidos al mercado)….

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