Ingredientes:
– 400 grs de pechuga de pollo de corral
– 4 o 5 puerros pequeños
– caldo de verduras
– sal y pimienta negra molida
– una cucharada de mantequilla
– aceite de oliva

Para el pesto
– diez almendras crudas
– un diente de ajo
– unas hojas de culantro y perejil frescos
– ralladura de piel de limón
– una pizca de cúrcuma
– unas hebras de azafrán

Preparación:
Para el pesto, escaldar las almendras, se pelan y las machacamos en el mortero con el diente de ajo, la ralladura de limón, las hierbas picadas, la cúrcuma y el azafrán. Agregar una pizca de sal y pimienta y vamos incorporando, poco a poco, aceite de oliva, hasta obtener una pasta. Reservar en el frigorífico. Luego, retirar la grasa del pollo, aplastar los filetes con un mazo y los dejamos lo más finos posible. Salpimentamos por ambas caras. Desechar la parte verde de los puerros y cortar la parte blanca en tiras o en rodajas muy finas.

A continuación, calentar en una sartén, calentar la mantequilla con un chorrito de aceite de oliva y ponemos los puerros a estofar, con una pizca de sal y pimienta molida, a fuego muy suave y tapados, para que se vayan ablandando. Una vez hechos los puerros, apartamos y volcar en un cuenco. Agregar un par de cucharaditas de pesto, mezclar y dejamos enfriar. En el centro de cada filete colocamos unas cucharadas de puerros, y cerramos el filete en forma de bolsita. Atar con hilo de cocina o sujetar con unos palillos. Precalentar el horno a 180 grados.

Se colocan en una fuente, agregar caldo de verduras y hornear durante veinticinco minutos más o menos. Servir enseguida, acompañar con arroz blanco y algunas cucharadas más de pesto.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.