El calçot es un tipo de cebolla dulce propia de las zonas de interior de Cataluña que se ha ido popularizando por todo el país en los últimos años. El secreto de una buena calçotada está en la salsa de calçots. La venden hecha pero prepararla por nuestra cuenta será más acertado. Los calçots tienen poco contenido calórico y mejoran el tránsito intestinal. Además son ricos en fósforo y tienen cualidades diuréticas.

Ingredientes:

– Un manojo de calçots (25 o 30)
– 250 gramos de salsa de calçots

Elaboración de los calçots al horno:

1. Calentamos el horno a 250 grados y limpiamos los calçots, quitando la capa exterior y las raíces. Cortamos un poco las puntas, solo la parte que esté más seca o de color verde más oscuro.
2. Colocamos los calçots en una o dos bandejas de horno, sin amontonarlos.
3. Horneamos durante 15 minutos, los envolvemos bien en papel de periódico y dejamos reposar durante 10 minutos más para que el calor residual acabe de cocinarlos.
4. Servimos con su salsa y comemos con las manos.