Ingredientes:
– 12 hojas de pasta brick
– 300 grs de ternera para guiso, muy tierna
– un puerro, la parte blanca
– una cebolleta
– 2 zanahorias
– medio vasito de nata líquida ligera
– 2 yemas de huevo
– caldo de verduras o de carne desgrasado
– ralladura de medio limón
– una hoja de laurel
– un par de clavos de olor
– una pizca de nuez moscada
– una cucharada de harina
– sal y pimienta blanca
– una cucharada de mantequilla
– aceite de oliva

Preparación:
La víspera preparamos el guiso, limpiar la carne de grasa y la picamos a cuchillo en tacos más o menos del mismo tamaño. Rehogar el puerro y la cebolleta, picados en tiras finas. Agregar las zanahorias, raspadas, despuntadas y cortadas en daditos. Luego, incorporar la carne, la doramos y espolvorear la harina. Añadir los clavos, sal, pimienta y nuez moscada. Agregamos la hoja de laurel, ralladura de piel de limón y un par de vasos de caldo. Tapar y cocer a fuego suave durante una hora. Cuando la carne esté muy tierna, sacamos a un plato y luego la desmenuzamos.

Triturar la salsa, incorporar las yemas batidas con la nata y arrimar al fuego, con cuidado de que no hierva. Vamos moviendo y, cuando espese, apartamos. A continuación, extendemos las hojas de pasta brick y humedecemos ligeramente. En el borde de cada una de ellas colocamos unas cucharadas de relleno y vamos liando la pasta, metiendo los bordes hacia dentro.

Al acabar, humedecemos ligeramente el filo para pegarlo y se van colocando sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado. Los pintamos con una pizca de aceite de oliva y hornear a 190 grados durante ocho o diez minutos. Los servimos recién hechos y acompañamos con la salsa, para ir mojando los canutillos crujientes.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.