Una vez limpio el lomo de grasa, le hacemos unas incisiones alrededor y le metemos dentro los dientes de ajo cortados a lo largo y algunas bayas de enebro...
Ponemos en una sartén un chorrito de AOVE a calentar y añadimos la carne y el ajo en láminas, un poquito de sal y un chorreón de vino blanco y maceramos durante unos 10 minutos, a fuego medio...
Una vez separado el brécol en ramitos, pelamos los tallos para eliminar las partes más duras. Cocer al vapor procurando dejarlo “al dente”, sin que se ablande, porque luego tendrá que pasar por el horno...
Batimos los huevos y el azúcar hasta que doblen su volumen. En un bol ponemos la harina y la levadura tamizadas. Después el colacao y el cacao en polvo. Mezclamos y reservamos...
Con cierta antelación, preparamos la masa que debe reposar. En un cuenco grande, tamizamos la harina y le añadimos la mantequilla cortada en trocitos y trabajar con la punta de los dedos hasta mezclarla bien con la harina y se vayan formando migas...
En un colador, dejamos el requesón o el queso fresco, con un peso encima para que suelte todo el agua. Enjuagar los tomates, pelar la berenjena y la cortamos en daditos y hacer lo mismo con el calabacín, pero sin pelar...
Una vez remojados, enjuagar los garbanzos y se pasan a una olla con la hoja de laurel y unos granos de pimienta. Añadir la zanahoria, los tallos de apio y la cebolleta enteros...
En primer lugar, quitar la piel y los restos de grasa al pollo. Enjuagar, dejamos escurrir y secamos con papel de cocina. Les hacemos unos cortes para que empapen mejor el adobo...