Ingredientes:
– 8 chuletas de cerdo, mejor ibérico
– 5 zanahorias hermosas
– 2 dientes de ajo
– 3 cucharadas de miel templada
– 4 cucharadas de salsa de tomate casera
– un vasito de vino blanco seco
– unas ramitas de perejil fresco
– unas ramitas de tomillo
– unas ramitas de hierbabuena
– sal y pimienta negra molida
– una pizca de pimentón
– aceite de oliva

Preparación:
La víspera, preparamos el adobo para que la carne tome más el sabor de la marinada. Con un mazo aplanamos ligeramente las chuletas y les hacemos unos cortes en los bordes para que luego al cocer no se retraigan. En un cuenco, mezclamos la miel, las hierbas aromáticas muy picadas, los dientes de ajo machacados, la salsa de tomate y un hilo de aceite de oliva.

Con un pincel, pintamos las chuletas por ambas caras, se colocan en una fuente y tapamos con film. Metemos en el frigorífico y les damos la vuelta de vez en cuando. En una cazuela baja y amplia, calentar un chorrito de aceite de oliva y rehogamos las cebolletas muy picadas. Cuando estén blanditas, incorporar las zanahorias en dados y dejamos que se vayan ablandando.

Pasados unos minutos, incorporar el jugo de maceración de la carne y el vino blanco. Agregar una pizca de sal y pimienta y algo de agua o caldo si fuera necesario. En la plancha muy caliente, asamos las chuletas por ambos lados y las marcamos bien. Se pasan a la cazuela, sacudir ligeramente para que se mezclen con la salsa y las zanahorias y dejamos estofar unos minutos más. Acompañar con cuscús al vapor.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.