En los fogones, la especialista en cocina saludable Laura Vichera acompañada de una decena de pinches, miembros de la Asociación de Ostomizados de Granada. Juntos participaron en un taller que organizó la Escuela de Pacientes en el Hospital Virgen de las Nieves, para que personas con una ostomía aprendan a cocinar platos apetitosos sin que sus restricciones en la dieta les resulten aburridas. “Sólo se necesita imaginación y ganas de cocinar. Se trata de proporcionarles la chispa con alimentos que para ellos sean recomendables“, explicó ayer Laura Vichera.

La ostomía es la derivación quirúrgica del aparato digestivo o del aparato urinario para eliminar los residuos del organismo por un lugar distinto al natural, cuando por éste no es posible. “La dieta recomendable para estos pacientes no es muy limitada. Hay que vigilar que los alimentos no sean pesados, que sean fáciles de digerir y que no tengan mucha fibra ni grasas“, explicó Vichera. Es el primer taller de cocina saludable para personas ostomizadas que se organiza dentro de la iniciativa Cocinar rico y sano de la Consejería de Salud y la Escuela Andaluza de Salud Pública.

Cuatro platos muy apetecibles completaron el menú de este taller: guiso de rosada con patatas y tomillo, rollitos de pechuga de pavo al limón, pastel de calabacín con queso de cabra y albahaca, y de postre compota de melocotones con yogur. El grupo se dividió, una pareja para elaborar cada plato. Tras lavarse las manos y colocarse el delantal, todos se pusieron con las manos en la masa.

Lo primero que llamó la atención es el sonido del aceite chisporroteando y el olor del ajo dorándose junto a las tiras de jamón serrano. “El jamón se hace enseguida”, comentó uno de los participantes del taller mientras buscaba un plato para retirar el salteado del fuego. Es un hombre mayor pero se dejó notar su dominio de la cocina mientras preparaba el plato de pavo. En la olla de al lado dos mujeres pocharon el calabacín. “Estos ingredientes los utilizamos a diario, aunque en otras recetas“, afirmó una de ellas. Para preparar la salsa de su pastel, más que seguir al pie de la letra las cantidades de la receta, se guiaron de su experiencia y sazonaron a ojo.

Con la charla, algún participante se distrajo y se olvidó de vigilar el plato. “¿Cómo pico los pimientos?”, “¿Está bien batido?”, “Ahora que tenemos que echar?”. La especialista Vichera repasó los ingredientes y los pasos de la receta, ayudando a los pacientes. El olor del melocotón recién cortado se mezclaba con el de la albahaca para el guiso. “Hay que desmenuzarla a contrapelo, así es más fácil”, aconsejó Vichera.

Los platos se elaboraron en pocas horas. La opinión de todos coincidió: sencillos, rápidos y fáciles de elaborar. Uno de los miembros de la Asociación de Ostomizados de Granada, Luis Fernández, aseguró que “ha estado muy bien, solemos ir a muchas actividades de las que organiza la Escuela de Pacientes. Aunque otros miembros por reparo no se apuntan, somos muchos los que nos animamos”.

La iniciativa Cocinar rico y sano tiene como objetivo llevar a los centros sanitarios y asociaciones de pacientes los beneficios de una alimentación equilibrada y prevenir complicaciones de su enfermedad. Hasta el momento se han realizado talleres para niños y adultos con diabetes, con celiaquía y para enfermos con problemas cardiacos. La apuesta de la Escuela de Pacientes es la participación, que los asistentes a los talleres aprendan cocinando, pero también cuelga en su página web las recetas para que todo el que quiera pueda consultarlas y los amantes de la cocina puedan compartirlas.