Si en una entrada anterior hablábamos de Sabores del mundo y de lo efectivo que resulta combinar viajes y gastronomía, en este caso nos encargamos de un programa similar (aunque con sutiles diferencias): “Me voy a comer el mundo”, presentado por Verónica Zumalacárregui y producido por Canal Cocina. Lo primero: es de agradecer la apuesta por la producción de este tipo de formatos del canal culinario, que esta vez ha saltado de la clásica y encorsetada localización única y estructura de receta doble en cada programa para producir una serie que es, ante todo, amena y enriquecedora. Y es de esas producciones que estamos seguros el canal va a poder rentabilizar muchos años, tanto en emisión propia como en su venta a canales extranjeros. Y lo más importante: aporta variedad a una parrilla muchas veces monótona y anclada en el pasado provocado por la repetición de formatos y programas.

Una vez dicho esto, pasamos a lo importante: el programa en sí. La estructura es muy simple (y así debe serlo, tampoco hay que inventar la rueda): viajar para conocer la gastronomía de una ciudad a través de sus gentes, que serán los guías de Verónica en el descubrimiento de los alimentos y platos más famosos del lugar. Verónica presenta con gracia, eso es indudable. Tiene chispa y hay complicidad con los lugareños que le sirven de guía. Ella no cocina (si acaso hace de pinche) y no siempre se detallan las recetas que prueba, pero eso no importa: como espectadores nos encanta verla probando platos extraños, acudiendo a mercados y sorprendiéndose por los ingredientes que ve o colándose en los hogares y asistiendo a una comida familiar (y donde casi siempre acaba abriendo la nevera familiar para analizarla: +1 para ti, Verónica :-D).

Verónica y su ya clásico gesto
Verónica y su ya clásico gesto

Como siempre, el éxito de este tipo de formato se basa en dos pilares fundamentales: la capacidad de el presentador de hacer atractivo lo que está mostrando y que los lugares a visitar sean de interés. De lo primero no hay duda: Verónica puede resultar un poco inocente y naíf, pero cumple con su cometido. Eso sí, detectamos una cierta tendencia a que todo lo que prueba le gusta y agradeceríamos algún comentario un poco más elaborado sobre los alimentos, más allá de un “ummmm esto está buenísimo” (ah, y que dejara de hacer eso de ponerse la mano en la boca cuando habla tras probar los alimentos). Y de lo segundo, pues creemos que van sobrados. A pesar de recorrer sitios mil veces explotados (Nueva Delhi o Tokio), a veces hacen escala en otros como Nueva Orleans de los que tampoco hemos visto tanto. En cualquier caso la grabación de la temporada sigue realizándose y esperamos que nos sorprendan con destinos algo más desconocidos.

Puede que “Me voy a comer el mundo” no innove demasiado: tampoco es algo que le estemos pidiendo. No es más que un programa muy entretenido, bien realizado y perfecto para cualquier espectador que disfrute con alguna de los dos temáticas sobre las que se apoya: la gastronomía y el turismo. El hecho de que en cada programa Verónica se acompañe de habitantes del lugar que hablan español creemos que aporta variedad y da pie a situaciones divertidas que al final acaban siendo los momentos álgidos del programa. Y son el abuso de algunos de estos momentos (en los que la presentadora se somete a probar ciertos alimentos como insectos o vísceras) los que creemos que podrían evitarse en pos de profundizar un poco más en algunos aspectos culinarios o de tradiciones locales. En cualquier caso entendemos porqué están ahí y tampoco molestan demasiado, y son este tipo de detalles los al final conforman el tono general del programa y que lo diferencian otras apuestas un poco más “serias” y que ya hemos analizado anteriormente, como Sabores del mundo.

Sobre el presentador: Verónica Zumalacárregui es una periodista con amplia experiencia en radio, televisión y prensa, aunque es la primera vez que la vemos como presentadora de un programa gastronómico.

Sobre el programa:Me voy a comer el mundo‘ es un programa creado en 2016 por Canal Cocina y por ahora cuenta una temporada que aún sigue rodándose. La temporada consta de 22 episodios, y los emitidos hasta ahora son: Tokio, Moscú, Dubai, Nueva Orleans, Nápoles y el sur de Italia, Nueva Delhi, Jordania, Río de Janeiro y Thailandia. La propia Verónica nos cuenta que el resto de capítulos serán “Pekín, Nueva York, Suecia, Hanoi, Lima, Seúl, Los Ángeles, México DF, Laponia, Londres, Grecia y alguno más…