Cocinar bajo el influjo de una barandilla
Cuando uno va de Triana a Sevilla, o viceversa, no puede evitar fijar la vista en alguna de sus barandillas y atreverse a captar lo que el enrejado deja ver detrás de sí. Su estética y la composición que se conforma cuando tras ella se observa la Maestranza o la Giralda convierten a las barandillas del puente en un bien de interés público. Y es que esas rejas tienen historia, o si no que se lo pregunten a cuatro empresarios sevillanos que, después de mucho tiempo dedicados a otros sectores -salvo uno de ellos- decidieron abrir en el Arenal un restaurante que hace un guiño a este elemento arquitectónico. De nombre La Barandilla, el espacio se encuentra en la calle Joaquín Guichot, 12.
Javier Márquez, Javier Lora y los hermanos Daniel y Santiago Bendala son amigos desde el jardín de infancia. Pasados los años de juventud cada uno emprendió un camino laboral que los mantuvo unidos gracias a su fuerte amistad y al vínculo de los cuatro con la hermandad de la Carretería. Hasta que el pasado año una película les dio la idea para emprender un proyecto los cuatro y seguir tan unidos como cuando eran unos críos. Gonzalo Bendala, primo de Daniel y Santiago, andaba por Sevilla rodando Asesinos inocentes. En una de las escenas uno de los actores se arrojaba desde el puente de Triana y para rodarla necesitaron realizar una réplica de la barandilla del puente. Cuando finalizó el rodaje, la reja tenía tanta historia que merecía ser protagonista de su propia historia. Así, los cuatro empresarios la tomaron prestada para decorar su establecimiento y cogieron su nombre para bautizar al restaurante.
La cocina en La Barandilla es responsabilidad de Daniel Bendala. El joven es propietario de los tres restaurantes El Pasaje, con los que ha ganado en dos ocasiones un galardón en la Sevilla Tapas Week. Su experiencia y dotes en la cocina le han servido para confeccionar la carta de este espacio en el que la gastronomía de mercado fusionada con productos orientales que combinan diferentes sabores y texturas es protagonista. “Mi intención es que el cliente se sienta como en casa y que repita. Además, con esta carta queremos romper la creencia que la gente tiene de que esta calle es exclusiva para turistas”, asegura Bendala. Por eso tienen una carta cuidada con diferentes tapas y sugerencias del día, para que así el cliente encuentre variedad. Entre sus platos destacan el lingote de foie, queso y manzana, la brocheta de churrasco de pollo marinado con salsa teriyaki, la mini hamburguesa de novillo, el pan de calabacín y arenque, el salmorejo con jamón o las brochetitas de solomillo macerado. A destacar, Daniel Bendala ha querido contar con dos de sus tapas estrellas de El Pasaje: la torta de Inés Rosales con pollo al curry y chili dulce y la torta de naranja de Inés Rosales con crema de aguacate, salmón marinado y vinagreta de tomate y rúcula (plato ganador del Sevilla Tapas Week).
En cuanto a la carta de vinos, desde La Barandilla han hecho una fuerte apuesta por el vino andaluz. A la hora de confeccionar la selección, buscaron que los vinos maridaran a la perfección con sus platos. De entre los seleccionados destacan los de las bodegas Álvaro Domecq, bodegas Obalo, bodegas Rioja Vega, bodegas Pazo del Rey o bodegas Naia. Con menús pensados para la Navidad, cuyos precios oscilan entre los 27 y 35 euros y contemplan diversas opciones, en La Barandilla ofrecen platos para intolerantes a la lactosa y celiacos.
C/ Joaquín Guichot
Horario de lunes a domingos de 12:00 a 00:00.
Reservas en el 955 185 637.
Facebook e Instagram: ‘La Barandilla’
Pilar Larrondo