El mesón Tomillo y Romero es un pequeño negocio familiar. Al entrar huele a comida recién hecha. Una pareja charla animadamente mientras disfruta de un suculento almuerzo. En la mesa aledaña, un hombre come un plato de berza. Es el plato fuerte del día, y el aroma que desprende despierta el apetito irremediablemente. El ambiente es íntimo, uno siente que realmente está en su propia casa. Este restaurante está situado en la calle Ríos Rosas, una de las vías perpendiculares a la céntrica calle Armengual de la Mota. Hace poco más de un mes que abrió sus puertas y ya son varios los clientes fijos que acuden a diario a comer aquí su menú del día. Es un establecimiento familiar y en él trabajan José Luis Cortés, su mujer Teresa y su hija Rocío. Entre los tres han apostado por crear un negocio propio y cada día trabajan duro por ofrecer lo mejor a sus clientes.

Teresa es la viva imagen del esfuerzo. Es ella quien elabora los platos que se sirven en este restaurante. Se levanta cada día a las 5:30 para ir al hospital donde trabaja como cocinera. Al mediodía acude a su negocio y allí se pasa la tarde cocinando los mejores platos caseros, que su marido y su hija sirven. Son personas muy cercanas: en cuanto el cliente cruza la palabra con cualquiera de ellos, deja de ser un extraño para formar parte de un agradable ambiente familiar.

Este establecimiento abre desde primera hora. Por 2,60 euros se puede disfrutar de un desayuno que incluye zumo de naranja natural, café y un pitufo. A mediodía, por tan solo 7 euros ofrecen un completo menú del día que incluye primer plato, segundo, postre o café, bebida y pan. Entre los primeros siempre hay ensalada mixta y otros dos platos. De segundo el repertorio es amplio: hay filete empanado, chuleta de cerdo y gran variedad de pescados fritos o a la plancha, todo acompañado de su guarnición. De sobremesa se puede elegir entre fruta del tiempo y los postres caseros que Teresa hace cada día, como flan, natillas o su rico bizcocho de naranja con chocolate caliente. “Me gusta que la gente se sienta como en su casa, por eso si un cliente me dice que le apetece algo que no hay en la carta, yo se lo hago sin problema“, asegura esta cocinera con una sonrisa.

Además, en el mesón Tomillo y Romero se pueden degustar tapas, tostas y raciones durante todo el día. Algunas de sus especialidades son la carrillada ibérica aderezada con una exquisita salsa de jamón, ajito y champiñón, las albóndigas en salsa casera, el lomo de bacalao al romero, la ensalada al romero, con una gran variedad de frutos secos y las croquetas caseras. También disponen de productos ibéricos como el jamón, queso al romero, manchego y de oveja viejo; todo de una excelente calidad y a un precio único.

Tomillo y Romero
calle Ríos Rosas
Málaga