Cómo se critica un vino…
La verdad es que muchas veces los que nos dedicamos al mundo del vino, hablamos sobre la objetividad de una ficha de cata. Esta sirve para juzgar objetivamente (en teoría) la calidad de un vino.
Son cuatro las fases que en ella se tienen en cuenta:
- La visual: donde juzgamos la limpidez y otros aspectos diferentes a esta.
- La olfativa: donde nos ocupamos de la franqueza del vino, de la intensidad, siempre positiva y de la calidad
- La gustativa: donde además de juzgar los mismo valores que en la fase olfativa, nos ocupamos de la persistencia armoniosa y también de la calidad gustativa
- Y por último la armonía o el juicio final, donde además de tratar de encontrar que el vino realmente nos exprese eso mismo, su equilibrio, armonía, y en definitiva emitamos ese juicio final, también nos servimos para añadir algún puntillo que nos haya quedado corto o restar aquel en el que nos pasamos…
Se supone, que en cada una de las fases, inviertes el tiempo suficiente para apreciar los aspectos que te harán puntuar entre el excelente y el insuficiente (entre 5 y 1) cada uno de los vinos que catas. Y también se supone que eres muy objetivo, que estás ajeno a lo que hay a tu alrededor, que no te influyen las prisas, las copas, lo bien o mal que te sirvan el vino, si la sala está más fría o mas caliente y por supuesto, que no te influye, el hecho de que normalmente cuentes con poco más de un minuto para catar cada vino.
Si quieres leer la entrada completa, pincha aquí para ver la entrada en el blog de Álvaro Martín “De vinos, viñedos y bodegas“