Estudios recientes muestran que el 67% de los niños sufren algún tipo de molestia digestiva. El estreñimiento, las diarreas y el dolor abdominal son las molestias que se dan con mayor frecuencia. El estreñimiento, en concreto, es un problema muy común que se diagnostica al 25% de los niños remitidos a un gastroenterólogo pediátrico.

Para evitar estas molestias debemos inculcar en los niños desde pequeños unas pautas de alimentación y hábitos de vida saludables tanto en casa como en el colegio.

Estos consejos pueden ayudarlos a conseguir una óptima salud digestiva.

  1. Controlar los gases. Para ello hay que vigilar como se come y lo que se come. Fomentar el comer despacio y masticar bien los alimentos para evitar una ingesta excesiva de aire. Masticar chicle y beber con pajita favorece la deglución de aire. Evitar las bebidas gaseosas o carbonatadas. Reducir el consumo de dulces ya que también favorecen la producción de gas. Moderar el consumo de alimentos flatulentos o generadores de gas como alcachofas, apio, col, coliflor, brócoli, coles de Bruselas, pimiento, pepino, rábanos y rabanetas, repollo, cebolla, puerros, ajos y alimentos con sorbitol como los chicles.
  2. Consumir suficiente fibra a diario, para lo cual, es recomendable consumir cinco porciones de frutas frescas con piel y de verduras. Incorporar en la dieta cereales integrales, así como legumbres que ayudan a introducir más fibra a la dieta. En niños mayores de 2 años se recomienda una ingesta de fibra según la regla “edad + 5″ gramos/día; así, por ejemplo, un niño de 3 años de edad deberá ingerir unos 8 g de fibra al día.
  3. Emplear técnicas culinarias sencillas que aporten menos grasa a los alimentos: agua -cocido o hervido, vapor, escalfado-, rehogada, plancha, horno y papillote. Utilizar moderadamente: fritos, rebozados, empanados, guisos y estofados (desgrasar en frío, mejora su conservación y su calidad nutricional). Evitar los condimentos fuertes, especias, picantes y alimentos demasiado quemados. Limitar el consumo de platos preparados de manera industrial ya que suelen tener exceso de grasas y sal. Tan importante es la selección de alimentos como la manera de cocinarlos. El mejor aceite para cocinar y aliñar es el aceite de oliva.
  4. Ingerir leches fermentadas con probióticos a diario que favorecen el tránsito intestinal y además, reducen la sensación de hinchazón al contribuir al funcionamiento del aparato digestivo.
  5. Beber suficiente agua. Es necesario tomar de 1,5 a dos litros de agua al día. El agua es vital para nuestro organismo, pero además facilita le digestión y previene el estreñimiento. Beber suficiente agua a diario o en su reemplazo, infusiones, caldos suaves, zumos naturales, evitando siempre bebidas estimulantes, batidos con chocolate y refrescos azucarados con gas que pueden sumar molestias digestivas.
  6. Ser ordenado con las comidas. Es recomendable comer cinco veces al día. Repartir la comida a lo largo del día para evitar comidas pesadas y de difícil digestión.
  7. Evitar las comidas abundantes. Lo ideal es distribuir la ingesta de alimentos del día en cinco tomas: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena. Esto evita la sobrecarga del sistema digestivo, la producción elevada de insulina y aporta energía de modo continuado a lo largo del día.
  8. Ayudarles a adquirir el hábito de ir al baño cada día, siempre a la misma hora o cuando tengan la necesidad, en un ambiente relajado, se convierte en una sana rutina para un buen tránsito intestinal. Muchas veces los niños ignoran o “se olvidan” de las ganas de ir al baño, porque prefieren seguir jugando.
  9. Movimiento. Tan importante como la alimentación es motivar la práctica regular de actividad física. Evitar que el niño pase muchas horas delante de la televisión o el ordenador y fomentar la práctica de ejercicio físico moderado les ayuda a regular el tiempo de tránsito intestinal. Asimismo, puede resultarles una vía de escape para destensar el nerviosismo que en muchas ocasiones puede ser causa de incomodidades digestivas.
  10. Evitar un uso inadecuado de laxantes. Evite el uso de laxantes que pueden irritar el intestino y perjudicar lejos de ayudar a evitar molestias digestivas.

Imagen: diariomarca.com.mx

Esta entrada es original del blog “Komo-como” de Regina Martínez.