Ingredientes:
– un costillar de cerdo de un kilo aproximadamente
– 3 dientes de ajo
– 2 cucharadas de miel
– 2 cucharadas de vinagre balsámico
– 4 cucharadas de salsa de soja
– 2 cucharadas de Jerez Amontillado
– una cucharada de azúcar moreno
– caldo de carne desgrasado
– unas ramitas de tomillo
– sal y pimienta negra molida

Preparación:
La víspera, limpiar el costillar de grasa, dejando solamente un poquito y le pegamos unos cortes para que el adobo penetre en el interior. Lo pasamos a una fuente honda y salpimentar por ambas caras. A continuación, en un cuenco, templamos ligeramente la miel y la mezclamos con la salsa de soja, el Jerez y el vinagre. Mezclar enérgicamente y agregar los dos dientes de ajo picados y el azúcar. Incorporar un par de cucharadas de caldo y el tomillo desmenuzado.

Con un pincel, pintamos la carne con este adobo, tapar con film y dejamos en el frigorífico, dándole la vuelta de vez en cuando y pintando nuevamente para que tome bien el sabor por todos lados. En el momento de prepararlo, precalentar el horno a 210 grados. Sacar la carne y la colocamos, bien escurrida sobre una rejilla y debajo ponemos la bandeja para recoger el jugo.

Antes de hornear, pintar nuevamente la carne y cocinar durante treinta y cinco o cuarenta minutos, dándole la vuelta a mitad de la cocción. Pasado este tiempo, subir la temperatura del horno a 240, pintar nuevamente la carne con el jugo que ha ido soltandoy gratinar unos diez minutos, girando el costillar para que se dore y quede bien crujiente. Fuera del horno, trocear y servir enseguida acompañado de un puré de patatas casero o unas patatas fritas en dados gruesos y una ensalada.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.