Ingredientes:
– 700 grs de zanahorias pequeñas y tiernas
– 2 cebolletas
– 1 litro de agua con gas
– una copita de brandy
– unas hebras de azafrán
– sal y pimienta negra recién molida
– aceite de oliva

Para el pesto de almendras
– una docena de almendras
– un diente de ajo pequeño
– unas hojas de culantro y perejil frescos
– ralladura de piel de limón
– una pizca de cúrcuma
– algo más de azafrán en hebra

Preparación:
Con antelación, preparamos el pesto. En el vaso de la batidora o en el robot, trituramos las almendras con el diente de ajo, la ralladura de piel de limón, las hierbas, la cúrcuma y el azafrán. Agregar una pizca de sal y pimienta y vamos incorporando, poco a poco, aceite de oliva, hasta obtener una pasta no demasiado líquida. Pasar a un bote hermético y dejamos en el frigorífico.

Para la crema, en la cazuela donde vayamos a prepararla, rehogar las cebolletas muy picadas, a fuego medio hasta que estén blanditas, sin que lleguen a dorarse. Añadir las zanahorias cortadas en dados y damos unas vueltas para que vayan tomando color, agregar sal y pimienta y mojar con el brandy. Pasados unos minutos, cuando se haya evaporado el alcohol, añadir el agua con gas y las hebras de azafrán, mezclar, tapar la cazuela y cocemos a fuego suave durante treinta o cuarenta minutos, moviendo de vez en cuando. Luego, apartamos y dejamos templar. Triturar con la batidora, agregar algo de pesto y triturar de nuevo.

Por último, pasamos por el chino y dejamos unas horas en el frigorífico. Servir bien fría, en cuencos o en platos hondos y adornamos con algunas cucharadas de pesto y unas hojas de perejil y culantro picadas.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.