Ingredientes:
– 350 grs de bacalao salado
– una rodaja pequeña de calabaza de pulpa naranja
– 2 chalotas
– caldo de pescado o de verduras desgrasado
– 5 o 6 cucharadas de harina
– 3 cucharadas de mantequilla
– ½ litro de leche
– 2 huevos
– pan rallado
– nuez moscada
– unas hebras de azafrán
– sal y pimienta negra recién molida
– aceite para freír

Preparación:
Una vez desalado el bacalao, lo desmenuzamos en migas pequeñas y se reserva. A continuación, limpiar la calabaza y cortamos en daditos pequeños que salteamos a fuego vivo en una sartén grande con una pizca de aceite, para que se ablanden lo justo y tomen algo de color. Apartamos y dejamos enfriar. Ponemos la leche a calentar con las hebras de azafrán y mantenemos templada.

En la misma sartén, calentar un chorrito de aceite de oliva con una cucharada de mantequilla y rehogar, a fuego suave, las dos chalotas. Cuando comiencen a estar transparentes, añadir el resto de la mantequilla y una vez derretida, incorporamos la harina, moviendo sin parar hasta que quede bien tostada y absorba toda la grasa.

A continuación, vamos añadiendo poco a poco la leche templada, mezclando con varillas para que se vaya trabando con la harina. Incorporar la calabaza y el bacalao y rehogar brevemente. Por último, añadir pimienta recién molida, nuez moscada y rectificar de sal. Si fuera necesario, sin dejar de mover, vamos añadiendo caldo hasta que se nos quede una masa ligera y sin grumos. Volcamos sobre una fuente y dejamos enfriar.

Formar las croquetas, las pasamos por huevo batido y pan rallado y se van friendo en aceite bien caliente. Cuando estén doradas, las sacamos y dejamos escurrir sobre papel absorbente. Servir enseguida y acompañar con una ensalada.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.