Crujientes de pollo y calabacín – receta
Ingredientes:
-4 láminas de pasta filo
-Un calabacín mediano
-Una pechuga de pollo fileteada
-½ cebolla morada
-…
Preparación:
Pelamos y picamos la cebolla muy fina. Ponemos una sartén a fuego medio-bajo con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y echamos la cebolla con una pizca de sal. Dejamos que se poche a fuego lento hasta que esté blanda y empiece a transparentar. Mientras la cebolla se pocha, pelamos y cortamos en dados pequeños el calabacín. Cuando la cebolla esté pochada, incorporamos el calabacín en la sartén y, removiendo de vez en cuando, dejamos que se ablande. El calabacín tardará un ratito en ablandarse así que vamos a ir aprovechando para preparar el pollo. Lo ideal es cortarlo lo más pequeño posible, para que se integre bien con el calabacín y tengamos un relleno homogéneo. Yo usé una pechuga de pollo fileteada que corté en pequeños trocitos con las tijeras. También podéis usar carne picada de pollo (pedida al carnicero, no queda igual de bien con la preparada del súper). Cuando el calabacín empiece a ablandarse, incorporamos el pollo a la sartén y subimos un poco el fuego para que se cocine bien. Salpimentamos y añadimos una cucharadita de cúrcuma para darle color. Si queréis ponerle vuestro toque personal, incorporad las especias que más os gusten para que les dé el sabor que queráis. Cuando el pollo pierda el color rosado y esté cocinado, apartamos del fuego y reservamos.
Como ya os he comentado en alguna ocasión, la pasta filo se seca con bastante rapidez cuando está al aire, volviéndose menos manejable y más quebradiza. Así que tendremos que ser más o menos rápidos a la hora de preparar los saquitos. Colocamos un papel vegetal sobre la bandeja del horno y, encima, una lámina de pasta filo. Pintamos con un poco de aceite y colocamos encima otra lámina…
Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada”