Ingredientes:
– 6 albaricoques, maduros pero que no estén blandos
– un huevo
– una taza de leche, unos 180 mls.
– 80 grs de harina
– 60 grs de azúcar
– una cucharadita de miel de romero
– un bastón de vainilla
– una pizca de nuez moscada
– una ramita de romero fresco
– mantequilla para el molde
– azúcar glas para el acabado

Preparación:
En un cazo ponemos la leche, abrir el bastón de vainilla a lo largo, raspar con un cuchillo para sacar las semillas y mezclamos con la leche. Añadimos también la cucharada de miel, el romero desmenuzado y la pizca de nuez moscada. Arrimar al fuego y cuando comience a hervir, apartamos y se deja enfriar tapado para que se mezclen todos los aromas.

Luego, en otra cazuela con agua hirviendo, escaldar los albaricoques un par de minutos, lo justo para que se les despegue la piel. Se dejan templar ligeramente y los pelamos. Se abren por la mitad y retirar el hueso. Precalentar el horno a 180 grados. En un cuenco, batimos el huevo con el azúcar hasta obtener una crema espumosa y blanquecina. Luego, agregar la harina, continuar moviendo y, poco a poco, añadimos la leche colada y una vez mezclados todos los ingredientes, pasamos por un colador para que no queden grumos.

A continuación engrasamos con una pizca de mantequilla un molde redondo no muy grande. En el fondo repartimos las mitades de albaricoque, con el hueco del hueso hacia arriba. Cubrimos con la crema, sacudir suavemente el molde para que no queden huecos y metemos en el horno más o menos durante media hora. Una vez hecho, espolvorear generosamente con azúcar glas, dejamos enfriar del todo. Acompañar con unas cucharadas de nata semi-montada o una crema inglesa ligera.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.