¿De la pantalla a la mesa, o de la mesa a la pantalla?
Es usual oir a los más pequeños de la casa hablar de sus personajes favoritos y de lo que éstos hacen habitualmente en algunos de sus episodios. Imitan lo que hacen, hablan como ellos e incluso reproducen la serie con sus juguetes. La otra tarde un pequeño estaba sentado en el banco del rellano que hay fuera de mi casa y jugaba con un muñeco de Nobita Nobi, el protagonista junto con el gato cósmico del manga y el anime japonés Doraemon. Le estaba diciendo “toma tu rorayaki que es hora de merendar”. El niño se estaba refiriendo sin duda al dorayaki, ese célebre dulce que los personajes devoran cada vez que se los compra su madre, tienen dinero para comprarlo o bien lo generan artificialmente con las máquinas del gato azul del futuro.
Pero, ¿el dulce es real, existe? la respuesta es sí. Es un dulce japonés con forma de platillo volante, compuesta de dos bizcochos con forma de gong (de hecho dora significa gong en japonés) y rellena de anko, que es una pasta de judía dulce de tipo azuki. También pueden estar rellenos de castaña. Debido a que suelen ser bastante secos, su ingesta se suele acompañar de algún líquido siendo habitual hacerlo con té. El dulce invento se lo debemos a Ueno Usagiya, quien en 1914 tuvo la genial idea de producirlo. Como curiosidad, en la serie Anpanman existe un personaje con cabeza de dorayaki que se llama Dorayakiman. La marca Panrico comercializa en España un invento rebautizado como Bollycao Dokyo (sí, ese que “mola sako”) con la misma forma del Dorayaki pero relleno de chocolate en lugar de la crema de castañas o de judía.
Pensando en otros alimentos o bebidas que aparecen en en las series de televisión rápidamente se viene a la cabeza la celebérrima Duff, la cerveza que Homer y sus amigos toman sin parar en el Bar de Moe (Los Simpsons). La cerveza también existe y se comercializa en casi el mundo entero. El paso de la cerveza Duff de la TV a la barra se remonta a 1990, cuando un autraliano comenzó a comercializar una cerveza con el nombre Duff. Fue denunciado por la Fox por uso indebido de la marca y el australiano perdió en los juzgados. Más tarde, en EE.UU, en un local de Nueva Jersey, el J.J. Bittings Brewpub, también se empezó a comercializar una cerveza bajo el nombre Duff y tuvo el mismo resultado que el australiano: tribunales y paro de comercialización. Esto fue así hasta que en el año 2006 un mexicano, Rodrigo Contreras, obtuvo la patente para comercializar la marca Duff y lanzarla a la venta. El joven empresario inició una sociedad con la cervecera belga Haacht, con sede en Bélgica, para comercializar la bebida en Europa. A España llegó en el año 2006, y en 2010 se empezó a comercializar una Duff de fabricación alemana. Por el momento solo se comercializa el tipo Duff normal. En la serie se mencionan toda una serie de cervezas especiales como la Duff Lite (Baja en calorias), la Duff Antisarro, Duff Zero (sin alcohol), la Duff Jr, Duff Dark (Negra), Duff Dry (seca)… Puede que en futuro se piense en comercializar alguna.
Sin salir de Los Simpsons el refresco estrella de la serie, Buzz Cola, llegó a comercializarse en los EE.UU bajo el mismo nombre, pero se trató de un lanzamiento impulsado por Fox y los supermecados 7-Eleven para promocionar la serie. De otra parte, los cereales chocolateados que aparecen en la serie bajo el nombre de Count Chocula (Juego de palabras en inglés entre chocolate y el Conde Drácula) son en realidad un guiño de la serie a una marca de cereales con ese nombre ya existente en los EE.UU y producidos por General Mills junto a todo un elenco de cereales. El propio personaje mascota de los cereales aparece
en un capítulo de la familia de Springfield declarando en un juicio con el nombre de Count fudge-ula (fudge en inglés significa arruinar, aunque también se utiliza para denominar el dulce de azúcar, una especie de toffe).
Matt Groening parodia la marca que aparece en Los Simpsons en su serie Futurama. En algunos episodios, Fry está desayunando con Leela y se puede leer perfectamente una marca del futuro, del siglo 31: los Archiduke Chocula (Archiduque Chócula). El vampiro ya ostenta en ese siglo un título nobiliario más elevado.
En Futurama aparece una bebida refrescante y verde, cuya producción tiene que ver con bichos babosas del espacio: El Slurm. Su popularidad entre los seguidores de Groening y la serie ha sido tal que la propia Fox ya ha sido previsora y ha registrado la marca Slurm, para que terceros no se sientan tentados a utilizarla. Tiendas como Amazon o eBay ofrecen latas de refrescos bajo el nombre Slurm, sobre los que se asegura que han salido en edición especial y no se volverán a vender. Del productor no se tienen datos.
Un caso similar a los comentados, aunque a la inversa fue el que en España la marca de golosinas Fiesta acometió al comercializar la marca Kojak( posteriormente reconvertida a Fiesta sin más). Kojak fue una serie muy popular que se empezó a emitir en los años setenta en la que un investigador calvo y con unas gafas tipo aviador comía un caramelo con palo (popularmente conocido como chupa-chups aunque sea la marca que lo popularizó).
Por otra parte, en Dragon Ball (Bola de Dragón en español) aparecen varios alimentos que pueden parecer de ficción pero que realmente tienen su equivalente fuera de la ficción. A parte de la comida que aparece mágicamente al lanzar una de las cápsulas de Capsule Corporation, y que por ahora son imaginadas y en el futuro quizás una realidad anticipada por Akira Toriyama, el personaje principal, Son Goku siempre come y está fascinado con un plato en especial. A todos puede parecer un invento más de Toriyama
ya que el lugar donde transcurre la historia no tiene espacio ni tiempo. Sin embargo, el tazón que él, su hijo Son Gohan, Trunks o Son Goten engullen sin control y sin medida uno detrás de otro, siempre que salen escenas con comida de por medio, no es ficticio: es ramen. Se trata de una especialidad japonesa basada en una sopa con verduras y pasta que se toma con palillos como hacen los personajes en la serie. Entre otros alimentos que aparecen en la celebérrima creación, también es mítico un alimento que sería más que útil para los seres humanos y resto de seres vivos: las judías mágicas con las que los personajes se recuperaban al instante de sus heridas y males. ¡Sería magnífico!. ¿Una gripe?, judías. ¿Un dolor?, judías. ¿A punto de morir tras ser atropellado por un coche?, judías, y al hospital.
El niño del rellano de mi casa estuvo hablando con su muñeco un largo rato, hasta que llegó la madre y le dijo “vamos hijo”. El niño quiso que ella entrara en su conversación y la invitó a que le diera un rorayaki a su Nobita. La madre le espetó: “hijo eso no existe, vamos a casa que te voy a dar un bocata de chorizo”. El niño le respondió: “mamá, si existe, yo lo he visto en la tele“. Échele cuenta a su hijo, señora, es cierto que existe.