Un hábito que se ha perdido cuando llega nuestro cumpleaños, el de nuestra hermana, nuestro novio, nuestra hija, nuestro esposo, nuestra madre, o el que sea, es preparar la torta de cumpleaños. Con esto de que las confiterías, panaderías o reposterías ya las tienen hechas, nos hemos acostumbrado a comprarlas. Pero… ¿por qué no lo intentamos?

Modo de preparación:
Batir bien la manteca hasta que esté cremosa e incorporar de a poco el azúcar continuando el batido hasta integrarla totalmente.
Incorporar las yemas de a una, batiendo vigorosamente.
Añadir la esencia de vainilla.
Cortar el chocolate en trozos y derretirlo en un poco de leche caliente y luego agregarlo a la preparación anterior.
Aparte cernir la harina, el bicarbonato, la sal, el polvo de hornear e ir agregando de a poco a la crema de manteca intercalando con la leche restante.
Por último batir las claras a nieve con una cucharada de azúcar y luego agregar las dos cucharadas restantes batiendo siempre hasta que las claras estén bien firmes.
Incorporar la mitad de las claras a la preparación anterior mezclando bien hasta que esté integrada.
El resto de las claras incorporarlas en forma lenta y envolvente para que el batido no baje.
Para esta torta vamos a utilizar un molde ovalado de 37cm de largo X 30cm de ancho, midiendo la parte más ancha.
Enmantecamos bien todos los bordes y los enharinamos y el piso lo forramos con papel enmantecado.
Vertemos la preparación en él y horneamos a fuego muy suave ( 160 o 170º ) durante 40 minutos aproximadamente o hasta que la torta esté cocida.
Una vez cocida la dejamos enfriar y luego desmoldamos sobre una rejilla.