Ingredientes:

– 500g de harina
– 50g de azúcar
– 50g de mantequilla
– 250ml de leche
– 100g de pepitas de chocolate
– 12g de levadura de cerveza
– Un huevo
– Canela en polvo
– Sal

Elaboración:

Sacamos la mantequilla y dejamos que se ponga a temperatura ambiente hasta que empiece a derretirse. En un bol grande, mezclamos el azúcar y la harina y en el centro de la mezcla, hacemos un pequeño agujerito. En ese hueco, ponemos un poco de leche y la levadura. Removemos y después mezclamos con el resto y añadimos el huevo. Poco a poco vamos vertiendo el resto de la leche y añadimos una pequeña pizca de sal.

Ahora, añadimos la mantequilla muy poco a poco y, cuando esté integrada por completo, añadimos las pepitas de chocolate intentando que no se peguen entre ellas. Pasamos la masa a un bol diferente, que cubriremos con papel film, y dejamos que la masa fermente durante dos horas en un lugar oscuro protegido de la corriente (como el interior del horno apagado). Pasado este tiempo, la sacamos y ponemos sobre una superficie plana y amasamos hasta que quede una superficie de un grosor de un centímetro. Con un cortapastas (o un cuchillo), cortamos círculos de unos 10 centímetros de diámetro y hacemos un agujero en el centro. Cubrimos los donuts resultantes con papel film y volvemos a dejar fermentar otra hora.

Calentamos aceite en una sartén y freímos los donuts, dejando suficiente espacio entre ellos. Para asegurarnos de que se están friendo a la temperatura correcta, nos fijamos en que el aceite envuelva al donut pero no llegue a quemarlo. Cuando ya estén todos fritos, podemos rebozarlos en azúcar o usar el topping que queramos. Cuando se enfríen, estarán listos para servir.