El pan, en la cultura gastronómica de nuestro país, es un alimento que no puede faltar como acompañamiento de las comidas. Pero en su elaboración tradicional, con harina de trigo, quienes tienen celiaquía no pueden consumirlo. El maíz y el arroz son los dos cereales, que por lo general, se emplean para la elaboración de los panes y las masas aptas para personas celíacas. En los últimos años se están consiguiendo panes obtenidos de otras materias primas como el mijo, sorgo; pseudocereales (amaranto, quinoa o trigo sarraceno) o leguminosas como la soja.

La enfermedad celíaca es la más común de las patologías asociadas con la intolerancia al gluten (afecta aproximadamente al 7% de la población mundial), una proteína presente en el trigo, la cebada, el centeno, la avena, espelta, kamut y el triticale (híbrido de trigo y de centeno), y sus derivados.

El Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del CSIC junto con la Universidad de Sevilla, ha desarrollado un pan de trigo transgénico potencialmente apto para quienes sufren de intolerancia al gluten. El fin es la modificación genética de cereales con gluten para reducir su toxicidad. Así se mantendrían las buenas propiedades panificables de estos cereales y su calidad nutricional. Los resultados han sido publicados en la revista PLOS ONE.

El nuevo tipo de pan está elaborado mediante harinas de trigo de muy bajo contenido en gliadinas (la glucoproteína causante de la enfermedad celíaca), compensando su déficit con otras proteínas presentes en el grano, no relacionadas con la celiaquía, y ricas en lisina, un aminoácido esencial para los humanos y que ha de incluirse en la dieta ya que el organismo no lo genera de forma natural.

Cualidades organolépticas similares al pan con gluten

El pan resultante fue comparado con pan de harina de trigo normal y con pan de harina de arroz (ingrediente habitual en la dieta sin gluten), concluyendo que las características de calidad harinopanadera del alimento transgénico mostraban un mayor parecido al pan de harina de trigo tradicional. Los catadores se inclinaron además hacia el nuevo pan, por razón de sabor, aroma y apariencia.

En un principio, los celiacos podrían ingerir entre 50 y 150 gramos diarios, lo que equivale a entre 3 y 6 rebanadas de pan al día sin que les causen daño.

Este producto, que aún debe ser sometido a estudios clínicos con celíacos, supone una importante mejora en la calidad de vida de los pacientes, que podrán continuar con una dieta estricta sin renunciar a los beneficios del pan. El ensayo, que se realizará en el Hospital Clínico de Córdoba, durará 90 días y servirá, entre otras cosas, para comprobar si estas harinas son válidas también para los celíacos refractarios (aquellos que no responden a una dieta sin gluten). Si se comprueba su seguridad, el siguiente paso sería iniciar los trámites y análisis requeridos para lograr la autorización para cultivar este trigo modificado genéticamente, ya que la normativa referente al cultivo de transgénicos es muy exigente, especialmente en Europa. Los investigadores creen que el cereal podría llegar al mercado en cinco años.

El uso de la biotecnología como herramienta para mejorar la calidad de los alimentos o la productividad de los cultivos genera hoy en día muchas controversias, ¿cuáles pueden ser los riesgos a largo plazo?, ¿podrán aparecer en un futuro posibles reacciones adversas?…

En cualquier caso, siempre que se cumplan las exigencias de seguridad establecidas para los productos sin gluten y para los productos transgénicos, toda investigación en este tema que intenta mejorar la calidad de vida de millones de personas que sufren la intolerancia al gluten, ya es digno de elogio y hacen de su estudio un necesario campo de investigación primordial.

Javier Gil-Humanes, Fernando Pistón, Rossana Altamirano-Fortoul, Ana Real, Isabel Comino, Carolina Sousa, Cristina M. Rosell, Francisco Barro. Reduced-gliadin wheat bread: an alternative to the gluten-free diet for consumers suffering gluten-related pathologies. PLOS ONE. DOI: 10.1371/journal.pone.0090898

Imagen: atletas.info

Esta entrada es original del blog “Komo-como” de Regina Martínez.