Pierre Dukan coquetea con la política
Al alma mater de la célebre y controvertida dieta Dukan, celebérrimo por hacer adelgazar a los famosos, y después a millones de personas en el mundo, Pierre Dukan, parece que el nutricionismo se le queda corto y se ha propuesto arreglar la obesidad desde un punto de vista distinto: el político.
Este francés, sobre el que ya hablamos en el post Dieta Dukan, ¿milagro o peligro?, comienza 2012 con el lanzamiento de su nuevo libro Lettre ouverte au futur Président de la République (Carta abierta a el futuro presidente de la República), un libro que no quedará exento de polémica. En su nueva obra hace una lista con una serie de recomendaciones para hacer frente al génesis de la obesidad a todos los candidatos a gobernar el país desde mayo de 2012, fecha en la que será elegido un nuevo gobernante del país galo. Pierre ha mandado ya un ejemplar a los aspirantes a ocupar el Elíseo incluso antes de que saliera al mercado. Dukan asegura que no es de derechas ni de izquierda y asegura que lo único que quiere es que se tome en serio un tema tan importante como la obesidad. Recuerda que tan sólo en Francia “se han duplicado los casos en tan solo 12 años” y recrimina a las autoridades que no hayan sido capaces de tomar deciciones importantes a respecto.
En una entrevista concedida al diario francés Le Parisien, Dukan llama a acabar con el sobrepeso de los menores a la par que pide que se preste especial interés a las empresas que se benefician de la obesidad. Para ello, pide que hagan los productos con menos grasas, porque “la gente está preocupada por ello, la prueba es que mis anteriores libros se han vendido en masa”. Asimismo pide que se reduzcan los niveles de azúcar en los productos porque “el mercado ha cambiado y la gente lo demanda, yo lo he advertido, pero no me hacen caso” afirma el artífice de libros como No consigo adelgazar, Las recetas de Dukan, o El método Dukan ilustrado: cómo adelgazar rápidamente y para siempre.
Dukan, ya inició su peculiar campaña contra la obesidad reuniéndose con ejecutivos de McDonald’s Francia para ofrecerles una hamburguesa saludable, la McDukan, hecha con carne baja en grasa y pan de harina de avena en lugar del habitual pan blanco. El resultado fue la desestimación instantánea de la todopoderosa multinacional a su idea. Ahora parece ahondar más e ir más en serio con todo un compendio de ideas para luchar contra los michelines y la gordura. Entre sus premisas hay algunas bastante curiosa como que todos aquellos alumnos que mantengan su índice de masa corporal entre 18 y 25, durante los tres últimos años de educación secundaria, reciban puntos extras en la prueba final del Baccalauréat (el equivalente a la Selectividad de España). En Francia, y después en gran parte de Europa, Dukan ha recibido duras críticas por parte de los principales organismos de nutrición, y por su puesto de la propia clase política.
En esta ocasión Dukan ha hecho propuestas para que cumplan otros, pero, en un futuro, no sería muy descabellado pensar, sobre todo después de vender más de ocho millones de libros, que el corpus de proposiciones que ahora dan forma a su obra sean el principio de su ideario para adentrarse en el mundo de la política. Dios coja confesados a los franceses.