El queso oloroso tiene el dudoso honor de encabezar la lista de los alimentos “occidentales” que más rechazo provocan entre los chinos, según una encuesta realizada en la red social Weibo entre más de 16.000 usuarios.

Es muy desagradable. Una vez que lo has olido cuesta mucho olvidarse. Da náuseas“, aseguraba en su perfil de Weibo, considerado el Twitter chino, un usuario llamado Wang Nao, de 34 años.

La encuesta sitúa, con el 42 por ciento de los votos, a los quesos olorosos por encima de otras comidas como la carne medio hecha “aún con sangre” (31 por ciento), los caracoles franceses (20 por ciento) o el pavo (5 por ciento). La aparición de estos resultados no es casual ya que, a mediados de julio, fecha de inicio de esta encuesta, la cadena CNN publicó otra bajo el título “¿Cuál es el alimento más asqueroso del mundo?” y el resultado, por aplastante mayoría, dio como “ganador” a los huevos milenarios chinos, conocidos como “pidan” (huevos de cuero).

Estos huevos duros de yema verdosa y clara semitransparente y marrón, que se elaboran colocándolos durante meses bajo arcilla, cal y sal fueron considerados por los encuestados como un plato “deleznable”, lo que provocó numerosas críticas entre los chinos. Pero, dentro de los quesos olorosos, ¿cuál es el que más rechazo produce entre la población del país asiático?

Hu Yuexia, dependienta en un establecimiento de comida internacional, aseguró a Efe que el único queso que se ha quedado sin vender alguna vez en su local ha sido el Vieux-Bologne francés, curiosamente, nombrado el queso más oloroso del mundo por expertos de la Universidad de Cranfield de Londres el año pasado.

Tenemos quesos de diferentes partes del mundo y, aunque es cierto que la mayoría de nuestros compradores son extranjeros, cada vez se acercan más clientes locales interesados en comprar queso de Camembert, Roquefort, Cabrales o Cheddar, aunque este último no es tan fuerte como los otros”, declaró Hu.

La opinión de Hu es respaldada por los datos de importación de queso del gigante asiático, ya que en el período 2000-2010 se ha incrementado en un 811 por ciento la compra de queso a otros países, acercándose a las 18.000 toneladas anuales, cifra que se espera se supere este año. Sin embargo, el camino por recorrer para el alimento más rechazado en China y sus semejantes es aún, lógicamente, muy largo ya que, según datos de la Cámara de Exportaciones de EEUU en China, mientras el consumo anual de queso de un habitante chino es de diez gramos, el de Europa o EEUU asciende a 15 kilos por habitante y año.

Además, en el país asiático existen alimentos que podrían ser, principalmente por su textura, considerados sustitutivos del queso, caso del tofu, algo que comentaban algunos usuarios de Weibo como MaoMao, quien dijo que no comerá queso “mientras exista el tofu”.

La publicación en julio de la encuesta sobre los “pidan” causó una oleada de protestas en Internet que obligó a los responsables de la misma a pedir disculpas. Sin embargo, la aparición de estos resultados no parece que vaya a alterar la existencia de la población de Boulogne-sur-Mer (Vieux-Boulogne), o la de los asturianos de Cabrales, lugares donde, digan lo que digan en China, seguirán fabricando y disfrutando de su queso, por oloroso que éste sea.

Fuente: Javier Ibáñez./ EFE