El ritual de una pizza con caviar
El chef italiano Renato Viola ha sorprendido con la creación de una pizza tan deliciosa como exclusiva. La ha bautizado como la Louis XIII por ser una pizza digna del rey más exigente y es un manjar que prepara a domicilio ante la asombrada presencia de sus clientes. Para estas especiales citas, el cocinero de Salerno elabora ante los comensales un manjar que debe ser degustado en el momento. Renato utiliza tres tipos de caviar en la preparación de esta pizza . Uno que se extrae de esturión del Mar Caspio y el Danubio (donde la pesca está restringida a cien ejemplares anuales), otro de esturión iraní y otro el afamado Oscietra. Langostas, cigalas y langostinos de Cilento (sur de Italia) son ingredientes básicos de esta delicatessen. La exclusiva sal rosa australiana Murray River de la que se eligen sólo los mejores granos da el toque final a un plato único.
Todos los ingredientes frescos son añadidos al instante, aunque, eso sí, la masa está hecha 72 horas antes como manda la tradición. La Luis XIII no es la primera pizza con elementos de creatividad y fantasía que se hace en Italia, puesto que es una línea que está en auge. Otra de las más curiosas pizzas está hecha con harina integral y verduras crudas y promete ofrecer efectos antioxidantes y antiarrugas.
Lo que está claro es que el joven pizzero Renato Viola ha querido dar un golpe de autoridad en el mundo culinario italiano. Y lo ha conseguido. La prensa internacional se ha hecho eco de sus innovaciones, exquisiteces y excentricidades y, como quiera que sea, marca diferencias respecto de sus competidores. Los puristas de la gastronomía pronto han puesto el grito en el cielo diciendo que se trata de “un sacrilegio contra siglos de tradición culinaria”.
No se sabe si dirían lo mismo tras probar esta pizza, pero lo cierto es que viendo los ingredientes que lleva es un plato rompedor, pero de lo más apetecible. Por 8.300 euros tienen dos chefs llamando a la puerta de su casa para prepararle esta exclusiva cena. Para completar el festín, le ofrecerán una botella de champán francés a la altura de las circunstancias. Ya saben, si le invitan a probarla, no debería decir que no.
Fuente: Cristobal Santos