El roscón de Reyes conquista la alta cocina, el mundo salado e internet
El roscón de Reyes se ha transformado en un bocado gourmet de mano de maestros pasteleros, que juegan con nuevos y sorprendentes ingredientes -algunos de ellos salados-, al tiempo que se pone al alcance de los cocinillas a través de las miles de recetas y consejos que circulan por internet.
Los más sibaritas estarán en el séptimo cielo si optan por los roscones de “alta costura repostera” que elaboran Paco y Jacob Torreblanca, dos de los profesionales del dulce con más renombre en España y que solo el 5 de enero prepararán unas 3.000 piezas en su obrador alicantino.
“El secreto de un buen roscón es la materia prima, emplear solo productos naturales. Nosotros usamos una masa madre que le da más frescor e intentamos hacerlo muy suave y esponjoso“, explica Jacob Torreblanca.
Minúsculos trozos de naranja y limón confitados mezclados con la masa aportan al roscón de los Torreblanca un plus de aroma y jugosidad, características que se mantendrán para el día siguiente en lo que sobre de roscón siempre y cuando este sea envuelto con papel film y conservado fuera de la nevera, recomienda el maestro.
“Al día siguiente se le puede añadir un poco de azúcar glass, se le da un pequeño golpe de horno y queda muy bien“, añade el repostero, quien apuesta por “maridarlo” con “un buen chocolate caliente” aromatizado con especias como pimienta, jengibre y canela.
Para los más paladares más atrevidos, el roscón incurre en el mundo salado: preñado de morcilla choricera, relleno de cecina de León y queso azul, con setas y champiñones, el de rúcula y queso azul, con all i oli, de tomate y parmesano o de zanahoria y queso crema. La imaginación no tiene límites y la combinación de sabores parece que tampoco.
Son algunas de las propuestas de la madrileña La Rosconada, cuya carta ofrece particulares versiones -dulces y saladas- adaptadas a cada estación del año. “Es de los bollos más ricos que hay y de los más equilibrados, así que ¿por qué no comerlo todo el año?“, refiere su propietaria, María Navascúes.
Además del tradicional, este peculiar establecimiento ofrece roscones de fresas ácidas y champán, brownie&chips, violetas, castaña y marrón glacé, limoncello, dulce de leche, mojito, damasco (con pasas, orejones y miel), integral (con harina integral de espelta) o cardamomo y clavo.
También se pueden degustar sus variedades en el pequeño formato de los miniholes o agujeros resultantes del roscón, que se ha saltado su marcada estacionalidad para deleitarnos en cualquier fecha.
Y quienes deseen disfrutar de sus propias creaciones, incluso sin ser muy habilidosos, pueden acudir a los distintos portales, foros y blogs se desbordan estos días con recetas, consejos, vídeos explicativos y hasta concursos. En Con Cuchillo y Tenedor tenemos algunas recetas en las que se explica paso a paso cómo confeccionar este tradicional y un tanto laborioso dulce navideño.
Muchos de los espontáneos maestros de cocina que proliferan por la red y que, de modo altruista, comparten sus conocimientos, aprovechan sus lecciones culinarias para defender la supervivencia de lo artesanal frente a la bollería industrial.
Para los más cómodos existe la opción de encargar el roscón por Internet y recibirlo a domicilio, cuya demanda crece desde hace un par de años porque “la gente cada vez tiene menos tiempo o ganas de salir a comprarlo“, explica a Efe Mercedes Día, responsable de alacartamadrid.
Solo o mojado en chocolate caliente, con o sin relleno, salado o dulce, la crisis no afecta al roscón de Reyes -si acaso se compran más pequeños, según las pastelerías- ni a la ilusión de descubrir las diminutas sorpresas que continúan alojando en su interior.
Fuente: Marisa Montiel./ Efe