Ingredientes:
– 2 láminas de masa quebrada
– una docena de boquerones grandes
– 2 pimientos rojos para asar
– 2 pimientos amarillos
– unas cucharadas de salsa de tomate casera
– 6 cebolletas
– unas ramitas de perejil fresco
– ½ vasito de leche
– una yema para pintar
– sal y pimienta negra recién molida
– aceite de oliva

Preparación:
Una vez engrasado el fondo de un molde redondo desmontable, cubrir con una de las láminas de pasta. Dejamos en el frigorífico mientras preparamos el relleno. Luego, pintar los pimientos con aceite de oliva y los asamos a 200 grados hasta que la piel quede tostada. Una vez hechos, se sacan y se dejan enfriar y, cuando estén tibios, se pelan, y se trocean, reservando el jugo que hayan soltado.

En una sartén grande rehogamos las cebolletas en tiras muy finas, a fuego suave, hasta que queden bien pochadas. Agregar luego unas cucharadas de salsa de tomate, los pimientos asados y parte de su jugo. Cocemos a fuego suave, sin tapar, moviendo de vez en cuando para que el sofrito se vaya trabando y quede más cuajado. Mientras, limpiar los boquerones, los enjuagamos bien y se dejan escurrir. Una vez hecho el sofrito, probamos de sal, volcar en un cuenco y dejamos que se enfríe. Precalentamos el horno a 200 grados.

Sobre el fondo de masa quebrada repartimos la mitad del sofrito, colocamos encima los boquerones, muy juntos y cubrimos con el resto del sofrito. Por último, “tapar” con la otra lámina de pasta, cerrar y pinchamos para que salga el vapor al cocer. Pintar la superficie con la yema de huevo mezclada con una cucharada de leche. Bajar la temperatura a 170 grados y hornear durante cincuenta minutos, hasta que quede doradita. Dejamos reposar y servir templada.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.