Ingredientes:
– 2 láminas de masa quebrada o brisa
– 1 queso Camembert
– 2 puerros grandes, sólo la parte blanca
– 2 zanahorias
– unas hojas de acelga
– 1 huevo
– un puñado de nueces peladas
– unas semillas de comino
– una pizca de nuez moscada
– sal y pimienta negra recién molida
– una cucharada de mantequilla
– aceite de oliva

Preparación:
Una vez limpios, picar los puerros en aros finos, raspar las zanahorias, se despuntan y las cortamos en daditos. Quitar las hebras a las hojas de acelga y se pican menudas también. Forramos un molde redondo, mejor desmontable, con una de las láminas de masa, pinchamos el fondo, presionamos sobre las paredes y dejamos en el frigorífico mientras preparamos el relleno. Precalentar el horno a 170 grados.

En una sartén grande, calentamos un chorrito de aceite de oliva y rehogamos todas las verduras con las semillas de comino, a fuego suave, sin dejar de mover, para que se ablanden sin dorarse. Una vez hechas, rectificamos de sal agregar una pizca de pimienta molida, la nuez moscada, apartamos del fuego, tapar y dejamos enfriar. Luego, sobre el fondo de masa repartimos la verdura y el queso cortado en lonchas finas. Agregar las nueces troceadas y “tapamos” con la otra lámina de masa quebrada. Unimos los bordes de la masa, humedeciéndolos ligeramente y luego pinchamos la superficie para que salga el vapor.

Por último, pintar con el huevo batido y hornear durante cuarenta minutos aproximadamente, hasta que veamos que la masa está cocida y toma color. Dejamos templar antes de desmoldar y servir acompañada de una ensalada.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.