Ingredientes (12 panecillos):
– 400 g de harina de trigo normal
– 3 g de levadura seca de panadero
– 240 ml de leche *
– 20 g de mantequilla/margarina
– Leche
– …

*Podéis usar agua, pero con la leche quedan más esponjosos

Preparación:
Empezamos mezclando la levadura y el azúcar con la leche tibia hasta disolverlos completamente. Dejamos reposar 10 minutos para que la levadura empiece a hacer efecto. Pasado ese tiempo, vertemos la harina junto con la sal en un bol amplio y hacemos un hueco en medio, a modo de volcán. Derretimos la mantequilla en el microondas en tandas de pocos segundos, lo justo para que se derrita, no queremos que se caliente mucho. Incorporamos la mantequilla derretida, el huevo batido y la mezcla de levadura al bol con la harina. Y ahora la parte más divertida, nos remangamos bien y… ¡manos a la masa! La cosa es fácil, simplemente mezclaremos lo justo para que todo esté bien integrado, todavía no vamos a amasar nada. Obtendremos una masa muy pegajosa, que os va a dejar las manos como si fuerais niños pequeños jugando con plastilina, pero no os asustéis porque la masa es así, no hace falta que añadáis más harina. Simplemente, intentad despegaros de las manos la mayor cantidad de masa posible y la juntáis con el resto en el bol.

Y ahora… ¿cómo amasamos si está inmanejable? El tiempo es la solución ya que ayudará a que el gluten se hidrate y empiece a hacer efecto, facilitando la labor de amasado. Para ello, alternaremos reposos de 15 minutos con 1-2 minutos de amasado y poco a poco veremos que la masa se vuelve más manejable y deja de pegarse a las manos.

Os explico más detalladamente el amasado. La primera vez, no hace falta ni que saquéis la masa del bol, simplemente estiramos un poco de un lado, lo llevamos al centro y vamos repitiendo por todo el borde de la masa (como si estuviéramos haciendo un saquito con una tela). A partir del segundo amasado, impregnamos la mesa de trabajo con un poco de aceite, pasamos la masa a la misma, nos impregnamos también las manos con aceite y amasamos de la misma manera. Repetimos el proceso unas 3-4 veces y, finalmente, hacemos una bola con la masa y la dejamos en el bol engrasado ligeramente con aceite y tapada con un paño hasta que doble su volumen (dependiendo de la temperatura podrá tardar de 2 a 4 horas)…

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada”