Ingredientes:
– 800 grs de filetes de pechuga de pollo, mejor de corral
– 5 mandarinas
– 3 cebolletas
– 2 zanahorias medianas
– unas bayas de enebro
– unas hojas de salvia
– unos granos de pimienta rosa
– sal y pimienta negra molida
– harina para rebozar
– una cucharada de mantequilla
– aceite de oliva

Preparación:
Un rato antes de cocinarlos, limpiar los filetes de pollo, retirar la grasa y se aplanan ligeramente. Los enjuagamos, se escurren y se secan con papel de cocina, salpimentar y los pasamos a una fuente. Luego, rallar la piel de una de las mandarinas y se mezcla con el pollo. Añadir también algunas bayas de enebro machacadas y unos granos de pimienta rosa. Exprimimos las mandarinas restantes y agregar algo de zumo sobre los filetes. Mezclar, tapar con film y dejamos un rato en el frigorífico.

En una sartén grande calentamos un chorrito de aceite de oliva con la mantequilla. Escurrir los filetes de pollo, se pasan por harina y los freímos unos minutos por cada lado, para que queden doraditos. Se sacan bien escurridos y se reservan al calor. A continuación, en la misma sartén, rehogar las cebolletas con las zanahorias ralladas y sofreír a fuego muy suave hasta que se ablanden.

Cuando estén bien pochadas, incorporar nuevamente los filetes de pollo y el jugo de maceración. Agregar unas hojas de salvia picadas, algunas bayas de enebro y algunos granos de pimienta más. Cubrir con el resto del zumo, bajar el fuego, tapar y dejamos cocer durante veinte minutos. Un momento antes de apartar, agregar los gajos de la otra mandarina, limpios de pieles y semillas y sacudir ligeramente para mezclarlos con la salsa sin que se rompan. Acompañar con cuscús al vapor.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.