Ingredientes:
 2 calabacines medianos
– 200 ml de nata
– 150 gr de queso gorgonzola
– Un puñado de nueces

Preparación:
Lavamos bien el calabacín para dejar la piel limpia porque lo cortaremos directamente sin pelar. Cortamos los extremos del calabacín y con la ayuda de un pelador de verduras, iremos cortando tiras longitudinalmente. Para que las tiras nos queden estilo fetuccini, no demasiado anchas, iremos girando el calabacín cada dos o tres pasadas. Si queréis tiras más anchas al estilo pappardelle, haced una pasada tras otra sobre el mismo sitio hasta llegar a las pipas del centro del calabacín y repetid el proceso por la otra mitad.

Ponemos abundante agua en una olla a hervir y cocemos los calabacines 2 minutos. Los sacamos y los escurrimos bien para que suelten toda el agua que tengan, cuanto más secos mejor. Reservamos los calabacines mientras preparamos la salsa.

En una sartén a fuego medio, vertemos la nata y la calentamos hasta que coja temperatura y casi empiece a hervir. Cortamos el queso gorgonzola en pequeños trozos y los incorporamos a la sartén con la nata. Removemos constantemente para que el queso se funda bien con la nata y dejamos reducir unos 3 o 4 minutos para que la salsa coja consistencia. Echamos las nueces troceadas y dejamos el fuego al mínimo para que la salsa no se enfríe mientras hacemos el último paso.

En otra sartén, ponemos un poco de aceite y salteamos un poco los calabacines a fuego fuerte para dorarlos un poco.

Servimos los calabacines, vertemos la salsa por encima y directos a la mesa para que no se nos enfríen.

 

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo OsorioNo me comes nada