Una dieta equilibrada y ejercicio son básicos para mantener una vida saludable. Sin embargo, el ritmo del día a día, la falta de tiempo, de ganas o de destreza en la cocina empujan a muchos hacia el fast food. La startup sevillana FOOS ha ideado la manera de combatir esa situación, creando una plataforma digital que conecta a cocineros particulares con buena mano en la cocina con comensales deseosos de contar con comida casera, de calidad y saludable en la mesa.

FOOS, cuyo nombre viene de Social Food, es una aplicación que puede descargarse fácilmente y de forma gratuita en Play Store y Apple Store y que, de momento, tiene su centro de operaciones y actuación en Sevilla capital. No obstante, la intención del equipo que capitanea esta startup es “dar el salto” a otras grandes capitales de la comunidad andaluza a corto plazo. Actualmente, la startup cuenta con un equipo formado por cuatro personas: Elías Domenech (23 años, Dirección de Operaciones), Marta Alpresa (27, Chief Financial Operation), Cecilio Martínez (30, CEO) y Manuel Valera (34 años, Ingeniero informático).

Todo comenzó hace cinco años, durante la etapa universitaria de su fundador y CEO, Cecilio Martínez. La falta de tiempo y la poca experiencia en los fogones lo llevaban a él y a sus compañeros de piso a abusar de platos precocinados y comida rápida. Martínez propuso una solución: “coordinarnos y organizarnos para tener una dieta más saludable, gracias a los platos que nuestras madres nos preparan cada semana”. Amigos y compañeros de facultad replicaron la idea y surgió “una red de intercambio de platos caseros a través de Whatsapp” entre distintos pisos de estudiantes, señala. Ahí nació la idea de crear una plataforma digital que pusiera en contacto a cocineros particulares con comensales interesados en tener a su alcance cocina casera y poder llevar una dieta sana.

¿Cómo funciona FOOS? Para empezar, hay que descargar la aplicación y darse de alta, ya sea como usuario o dentro del registro específico para cocineros. En este último caso, quienes quieran ofrecer sus platos tienen a su servicio al equipo FOOS para conseguir todos los permisos legales (certificado como manipulador de alimentos y registros sanitarios). Una vez en la app, los comensales tienen a su disposición diversos platos del día, preparados por los cocineros ya registrados, y pueden encargarlos en el momento o para otro día. Cada ración, de 300g, tiene un precio medio de 3 euros y cuenta con seguro de responsabilidad civil para cubrir cualquier eventualidad que pueda ocurrir.

En el top ten de los platos más demandados se puede encontrar tradicionales albóndigas, calamares en salsa, carne y cazón con tomate, diversos guisos, ensaladilla, espinacas, lomo al whisky, pollo con salsa de almendras o tortilla casera. La carta de FOOS “se irá modificando en función de la demanda”, y cada plato está sometido a ranking de puntuación, valoraciones y comentarios de los usuarios.

FOOS reconoce que comenzó, por motivos económicos iniciales, utilizando envases preparados para alimentos. Sin embargo, siempre han tenido como pilar principal el aportar su granito de arena a nivel social y al cuidado de nuestro entorno. Es por ello que ya están trabajando para incluir envases más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente. Además, un 5% de cada compra que se lleva a cabo en la plataforma digital van destinadas a obras de impacto social con diversas entidades.