Ingredientes:
– 150 de harina de repostería
– 100 grs de avellanas peladas
– 90 grs de azúcar blanca
– 90 grs de aceite de oliva virgen extra
– un limón
– 100 mls de Limoncello o cualquier licor similar de limón

Preparación:
En una sartén sin nada de aceite, tostamos ligeramente las avellanas para que tomen color, con cuidado de que no se quemen. Dejamos enfriar y luego las trituramos en la picadora hasta convertirlas en polvo. A continuación, tamizar la harina en un cuenco grande y la mezclamos con el polvo de avellanas y también el azúcar. Luego, lavar y secar el limón e incorporamos la piel rallada al cuenco. Por último incorporamos los líquidos: el aceite de oliva y el Limoncello. Trabajar con los dedos hasta obtener una masa homogénea y bien trabada. Formar una bola, envolver en film transparente y dejamos en el frigorífico una media hora. Precalentar el horno a 180 grados.

Luego, sacar la masa y formamos pequeñas bolitas que colocamos bien separadas unas de otras sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado y, con el dorso de una cuchara húmeda las aplastamos ligeramente. Metemos en el horno durante media hora más o menos, hasta que tomen color, vigilando para que no se quemen por debajo. Una vez horneadas, se van sacando a una rejilla y dejamos templar. Cuando estén completamente frías, las guardamos en una caja hermética donde se conservarán durante varios días.

 
Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.