Ingredientes (20 galletas aprox):
-125 g de coco rallado
-125 g de azúcar
-1 huevo M
-2 cucharadas colmadas de harina
-50-75 g chocolate negro
-Un chorrito de leche

Preparación:
Separamos la yema de la clara y reservamos la primera. En un bol mediano, montamos la clara a punto de nieve, con una varilla manual será suficiente porque no hace falta que esté perfectamente firme, no seremos tan exigentes en esta receta. Con la clara montada, vamos incorporando poco a poco el azúcar y removiendo lentamente con movimientos envolventes para evitar que se baje mucho la clara. Cuando el azúcar esté bien integrado, repetimos el proceso con el coco. Batimos un poco la yema que habíamos reservado y la incorporamos a la mezcla de ingredientes que tenemos. Ya solo nos queda añadir un par de cucharadas colmadas de harina, tamizándola previamente para que se mezcle lo más homogéneamente posible y sin formar grumos. Ahora nos toca la parte más divertida (y pringosa), formar las galletas metiendo las manos en la masa, porque nos será mucho más sencillo que con la ayuda de cualquier utensilio. Cogemos una pequeña porción de la masa y apretamos firmemente cerrando la mano para que quede lo más compacta posible. Veréis que es una masa bastante pegajosa y “suelta”, se desmorona con facilidad y, por eso mismo, tendremos que prensar muy bien al dar forma a la galleta (esta es la clave para que nos queden perfectas). Formaremos las galletas dándoles forma de bola y las iremos colocando sobre un papel sulfurizado, engrasado ligeramente con aceite. Dejad un espacio entre las bolitas porque al hornearlas se expandirán un poco y no queremos que se queden pegadas unas a otras.

Cuando tengamos todas las galletas de coco listas, las meteremos al horno precalentado a unos 180ºC y dejaremos que se horneen durante unos 10 minutos aproximadamente. Como muchas veces decimos en las recetas, cada horno es un mundo y los tiempos son aproximados. Es importante que reviséis al final de la cocción para evitar que se os quemen las galletas. El tiempo de horneado idóneo es cuando empiecen a ponerse marroncitas por encima (si nos pasamos de cocción pueden quedar demasiado duras). Sacamos del horno y quitamos las galletas con mucho cuidado (ojo que estarán blandas) para dejarlas enfriar sobre una rejilla. Si queréis darles un toque más distinguido a vuestras galletas de coco, podéis darles un baño de chocolate en la base. Para ello, una vez que las galletas se hayan enfriado, derretiremos el chocolate negro poniéndolo al baño maría con un chorrito de leche, para que nos quede más líquido. Con el chocolate derretido, cogemos una galleta, mojamos la base en el chocolate y la volvemos a poner en la rejilla para que se seque el mismo (poned algo debajo para no manchar si gotea ).

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo OsorioNo me comes nada