Ingredientes:
– 200 grs de harina
– 150 grs de mantequilla a temperatura ambiente
– un huevo pequeño
– 100 grs de azúcar
– ralladura de piel de naranja
– 60 grs de piñones
– 50 grs de canela
– unas semillas de amapola
– unas gotas de esencia de vainilla
– una yema y una cucharada de leche para pintar

Preparación:
En una sartén, sin nada de aceite, tostamos ligeramente los piñones y los reservamos. Lavar la naranja y rallamos la piel. A continuación, en un cuenco, tamizar la harina. Le añadimos las semillas de amapola, la ralladura de piel de naranja y la canela molida.

En otro cuenco, trabajar con varillas la mantequilla con el azúcar y mezclar hasta que tengamos una crema bien trabada y lisa. Agregar la esencia de vainilla y el huevo. Batir hasta que quede bien integrado. Poco a poco vamos mezclando lo que tenemos en los dos cuencos y añadir, por último, los piñones tostados. Si la masa estuviera demasiado dura, añadir una cucharada de agua helada.

Cuando podamos trabajar la masa con las manos, formar una bola y envolver con film transparente. Dejamos media hora en el frigorífico. Precalentamos el horno a 180 grados. Sobre la encimera espolvoreamos algo más de harina y estirar la masa, procurando que no quede demasiado fina. Con ayuda de un cortapastas o un vaso, vamos sacando galletas y se van colocando sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado.

Antes de meter en el horno, se pintan con la mezcla de leche y yema y horneamos durante diez o quince minutos, dependiendo del grosor de las galletas, vigilando que no se quemen. Se van sacando a enfriar sobre una rejilla y cuando estén frías las guardamos en una caja hermética.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.