Ingredientes (4-5 raciones):
– 400 g de garbanzos
– Un manojo hermoso de acelgas
– 3 dientes de ajo
– 3 rebanadas de pan
– 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
– 1 cucharadita de pimentón de la Vera Las Colmenillas

Preparación:
Como todo buen guiso, habrá que empezar a prepararlo la noche anterior, aunque solo tendremos que poner los garbanzos en remojo para que se ablanden. Al día siguiente, con los garbanzos blandos y bien remojados, escurrimos el agua y los ponemos en una olla. Por otro lado, lavamos y picamos las acelgas y las incorporamos a la olla junto con los garbanzos. Añadimos agua hasta cubrir los garbanzos un par de dedos por encima y ponemos a fuego fuerte hasta que el agua empiece a hervir. Mientras se calienta el agua, pondremos una sartén con el fondo lleno de aceite a fuego medio-alto y ponemos los dientes de ajos enteros y pelados, para que se doren, y las rebanadas de pan, para que se frían. Cuando estén listos, los echamos al mortero junto con la sal, el pimentón y el comino. Majamos todo bien hasta obtener una pasta homogénea (podéis echar un pelín de agua para facilitar la labor).

Volvemos a la olla que tenemos al fuego y, cuando el agua empiece a hervir, bajamos el fuego a lo mínimo posible sin que deje de hervir (para que se haga a fuego lento), añadimos el majado removiendo para que se incorpore bien, un poco de aceite de oliva virgen extra y tapamos para que se cueza a su ritmo. Yo no uso olla rápida ni nada, voy a lo tradicional y a lo que tiene todo el mundo en casa, una olla normal y corriente. Esto implica que tendremos que tener el potaje en el fuego el tiempo suficiente, básicamente hasta que los garbanzos estén blandos y en su punto.

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada”