Ingredientes:
– 300 grs de garbanzos
– ½ kilo de espinacas limpias
– 2 cebolletas
– unas ramitas de apio
– 3 dientes de ajo
– 3 tomates grandes maduros
– 2 cucharadas de piñones
– caldo de verduras
– unos granos de comino
– unas hebras de azafrán
– una tira de piel de naranja
– unas ramitas de tomillo fresco
– sal y unos granos de pimienta negra
– aceite de oliva

Preparación:
Ponemos los garbanzos en remojo la víspera. Los escurrimos, se enjuagan y se pasan a una olla, con las ramitas de apio, limpias y enteras, los granos de pimienta y una pizca de sal. Cubrimos de agua y ponemos al fuego hasta que estén tiernos, procurando que no se ablanden demasiado. Volcar en un escurridor y retirar el apio.

A continuación, rehogar en una sartén los dientes de ajo, enteros y pelados y cuando se doren, se sacan bien escurridos al mortero. Incorporar las hebras de azafrán, los piñones, las semillas de comino y algunos granos más de pimienta. Machacar todo junto y reservar. En el aceite que nos ha quedado en la sartén, saltear las espinacas picadas y se sacan a un plato. Luego, añadir algo más de aceite y preparamos un sofrito con las cebolletas muy picadas y cuando estén blanditas, incorporar los tomates, sin piel ni semillas, cortados en dados. Dejamos que sofría todo junto unos diez minutos.

Luego, volcar los garbanzos en una cazuela. Agregar las espinacas, la tira de piel de naranja atada con las ramitas de tomillo, el sofrito y el majado de piñones. Por último, cubrir con caldo de verduras templado, sacudir suavemente y arrimar al fuego. Cocer despacio durante media hora y dejamos reposar fuera del fuego unos minutos antes de servir. Debe quedar caldoso.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.