Ingredientes:
-400 grs de boniato o de batata
– 600 grs de calabaza de pulpa naranja
– 2 cebolletas
– 2 huevo
– queso tierno rallado, tipo Gruyère
– un vaso de leche
– un vaso de nata ligera
– una pizca de nuez moscada
– unas semillas de cominp
– sal y pimienta negra molida
– una cucharada de mantequilla
– aceite de oliva

Preparación:
Cuando hayamos retirado la corteza y las semillas de la calabaza, enjuagamos bien, se seca y la cortamos en rodajas. Pelar el boniato y lo cortamos del mismo modo.  Las cocemos, unos minutos al vapor, hasta que queden “al dente”. Pasar a un escurridor y reservamos. A continuación, en una sartén con un chorrito de aceite de oliva, rehogamos las cebolletas cortadas en tiras finas. Pochar a fuego suave hasta que estén blanditas. Rehogar unos quince minutos.

En un cuenco, batimos la leche con los tres huevos y la nata. Trabajar con varillas hasta que estén bien mezclados y añadir entonces las semillas de comino ligeramente machacadas, una pizca de nuez moscada, sal y pimienta negra molida. Precalentar el horno a 170 grados. Luego, engrasamos una fuente de horno con la mantequilla y repartir sobre la fuente, de forma ordenada, las rodajas de batata y calabaza, intercalando entre medias unas cucharadas del sofrito de cebolleta.

Una vez hecho esto, volcar por encima la mezcla de huevos y nata y repartir sobre ella el queso rallado. Hornear durante veinte minutos y gratinar antes de sacar del horno hasta que quede bien dorado.  Servir templado.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.