Ingredientes:
– 3 mangos maduros grandes
– 2 naranjas de zumo, mejor si son sanguinas
– 300 mls. de leche
– 2 claras de huevo
– 2 cucharadas de azúcar moreno
– 4 cucharadas de leche condensada
– un palo de canela
– unas hojas de hierbabuena fresca
– unas tejas para acompañar

Preparación:
En un cazo ponemos a calentar la leche con el palo de vainilla, una tira de piel de naranja y la cucharada de miel. Justo cuando vaya a comenzar a hervir, apartamos y dejamos enfriar tapada para que infusione bien. Luego, pelar los mangos, retirar los huesos y cortamos la pulpa en dados. Pelar las naranjas a lo vivo, retiramos todas las pieles y las pepitas y se cortan igualmente en dados. Mezclar con las dos cucharadas de azúcar y la ralladura de piel de una de las naranjas. Triturar con ayuda del robot o la batidora.

Una vez que la leche se haya enfriado, la colamos y se va incorporando poco a poco, a la mezcla de fruta. Agregar también la leche condensada y mezclar bien. Pasamos la crema por un colador fino y la volcamos en un cuenco que pasamos un par de horas al congelador. Mientras, montar las dos claras a punto de nieve con una pizca de sal y se incorporan al helado, moviendo despacio, de abajo a arriba, para que no pierdan volumen. Metemos nuevamente en el congelador y un par de horas después, batimos de nuevo para que no se formen cristales. Repetimos esto mismo un par de veces más y ya dejamos congelar definitivamente.

Cuando lo vayamos a servir, sacamos un ratito antes del congelador para que no esté muy duro. Servimos en copas transparentes, adornar con unas hojas de hierbabuena y acompañar con unas tejas o unos barquillos.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.