La cantidad diaria recomendada de fruta es de dos o tres piezas al día. Sin embargo hay ocasiones en que nuestros hijos rechazan las frutas y resulta casi imposible llegar a una ración al día. ¿Cómo hacer que los niños coman fruta? Esto es un reto al que todos los padres se enfrentan y son sólo unos pocos, los que no tienen que luchar para que el consumo de este alimento sea una obligación. Aquí tenéis algunas ideas que podéis poner en práctica:

  • Intentar que comiencen el día comiendo frutas. Si añadimos una fruta o zumo de frutas natural en el desayuno, nos será más fácil llegar a las recomendaciones. Se les ofrecerán además una cantidad alta de fibra, vitaminas y minerales.
  • En casa, coloca las frutas siempre a la vista. Ten a mano en la cocina una fuente con frutas de muchos colores. Asegúrate que las frutas estén claramente visibles cuando abran el frigorífico. Incluye en su mochila un recipiente o bolsa hermética con frutas.
  • Sé un ejemplo para ellos. Los niños aprenden por imitación y siguen los patrones de sus padres, por ello es importante que observen que éstos las incluyen diariamente en las comidas. Ten una actitud positiva y enséñale que los hábitos saludables como comer fruta te hacen sentir bien.
  • Procura que participen en la compra y en la cocina. Tus hijos pueden ayudarte a elaborar recetas de zumos, macedonias, batidos de fruta y yogur, pinchos de fruta.
  • Habla con los profesores o con el resto de madres y padres y llega a un acuerdo con ellos. Incorporar la fruta en el calendario de desayunos de los niños. Si ellos ven que sus compañeros comen fruta, la tarea de hacer que las prueben será más fácil de sobrellevar. Los niños comen por imitación.
  • Cambia su presentación para hacerlas más apetecibles. A los niños llegamos a través de los ojos. Puedes probar a presentar las frutas insertadas en un palito a modo de brochetas, cortar una manzana en cuadrados junto con fresas en rodajas, incluir una pajita de colores en una taza atractiva.

¿Cómo podemos preparárselas? Con un poco de imaginación podremos preparar la fruta de manera atractiva, con mucho colorido para que a los niños les resulte apetitoso. Algunos ejemplos:

Ensalada de frutas o macedonia
La macedonia es una estupenda manera de aficionar a los niños a comer fruta ya que se les presenta ya pelada y el azúcar matiza el sabor ácido de algunas frutas. Si cortas la fruta en trocitos muy pequeñitos y lo bates bien con el yogur te quedará una crema muy esponjosa.Se puede utilizar muchas frutas y variarlas según la temporada del año en que nos encontremos.

Zumos
Los zumos de frutas pueden ser una opción para que los niños se vaya familiarizando con los sabores. Podemos realizarlos con una o varias frutas naturales. Con los zumos la fruta pierde la fibra, pero son una alternativa saludable al consumo de bebidas refrescantes (más calóricas y menos nutritivas). Es aconsejable consumirlos recién exprimidos, para evitar las pérdidas de vitaminas.

Batidos
Podemos triturar un sólo tipo de frutas o mezclar varias con un lácteo (leche, yogur o helado) y así obtener buenísimos batidos de fresa, plátano, melocotón, multifrutas, etc. En el caso de frutas ácidas (naranja, limón, mandarina o pomelo) es mejor mezclarlas con yogur. Otras muchas frutas como las fresas, plátano, melocotón, manzana o pera se podrán mezclar con leche. Si cortas la fruta en trocitos muy pequeños y lo bates bien con el yogur te quedará una crema muy esponjosa. Estos batidos podrán azúcar (suavizará el sabor amargo de algunas frutas) o sirope para que le gusten al niño. Inicialmente se les puede incorporar mayor cantidad de leche y azúcar para luego ir incrementando el nivel de fruta.

Combinadas con otros alimentos
Añade fruta finamente cortada o puré a los platos de carne (solomillo con salsa de manzana y uvas, pavo con piña, pato asado con compota de manzana), pescado (lenguado a la naranja, merluza con salsa de naranja), ensaladas, crepes (rellenos de plátano con chocolate caliente, melocotón y piña) o queso fresco. Además la fruta se pueden freír (plátano frito con arroz a la cubana), asar (manzanas), etc.

Salsas
Las salsas nos dan mucho juego a la hora de incorporar la fruta a los niños. Se tritura la fruta y se le añade azúcar y un poco de zumo de limón (de fresa, de kiwi, de albaricoque, de piña…), pudiéndose mezclar con yogur o queso fresco o requesón batido, etc. Por otro lado la fruta también puede llevar alguna salsa del tipo de helados o cremas, para ocasiones especiales.

Brochetas o pinchos de frutas
La brocheta de fruta es un postre muy espectacular, ya que su forma de comer es muy cómoda y colorista para los niños. Compra palitos de madera o colores y pínchales trozos de frutas diferentes, juega con las formas y los colores, incluso puedes animarlos a que te ayuden y ellos decidan que frutas poner. En situaciones especiales las brochetas se pueden acompañar con yogur de sabores, sirope de fresa o chocolate que por norma general les encanta a los niños.

Ejemplos de recetas
Macedonia de frutas con yogur, barco de piña rellena con dados de otras frutas, batido de plátano con chocolate, batido de fresa y plátano, zumo de piña y sandía, zumo de naranja con zanahoria, brocheta de fruta fresca con yogur, brocheta de sandía, melón y piña, brochetas de frutas con chocolate, helado de nectarina, sorbete de sandia, tarta de manzana, fresones con leche o yogur, piña a la plancha, plátano rebozado en nuez, piruleta de plátano y chocolate

Esta entrada es original del blog “Komo-como” de Regina Martínez.

Imagen: Rafael González